Los trabajadores con estudios universitarios tardan menos en encontrar trabajo

Estudiar es el mejor antídoto contra el paro. Cuantos más estudios, menos riesgo hay de desempleo. A pesar de que España es uno de los países con mayor tasa de parados en relación con otros países de la Unión Europea, el estudio de la OCDE Panorama de la Educación 2019, presentado hoy, permite constatar que los alumnos que tienen solo la enseñanza obligatoria cuentan con una tasa de desempleo del 21%, que va bajando al 14% a medida que obtienen el Bachillerato o la FP de grado superior, y al 8% para aquellos que tienen estudios universitarios. Y en esto hay que decir que España supera el nivel de graduados universitarios en relación con otros países de nuestro entorno. El 44% de los jóvenes entre 25 y 34 años cuenta con un título universitario, frente al 43 por ciento de la media europea.

A más estudios, también más sueldo. Aquellos que cuentan con formación universitaria ganan de promedio un 57% más que los que han cursado sólo la enseñanza secundaria. Y no sólo eso, la educación superior también protege a las personas del desempleo de larga duración. El 40% de los desempleados con educación terciaria han estado desempleados durante un año o más, frente al 48% de los que no terminaron el Bachillerato o la FP.

Lo cierto es que ahora parece que ha aumentado el porcentaje de alumnos que eligen estudios relacionados con las ciencias, las ingenierías y las matemáticas y que, supuestamente, tienen más proyección laboral. En España es del 24%, pero en el resto de Europa es mayor: del 27%.

El estudio aprecia que los alumnos ahora tratan de elegir estudios que supuestamente tienen más proyección laboral, que son los relacionados con las ciencias, las ingenierías y las matemáticas. El porcentaje es del 24 por ciento, aunque en el resto de Europa alcanza el 27%.

Lo cierto es que, en España, la proporción de mujeres que tiene un título universitario ha aumentado en España pero no tienen tanto éxito como los hombres a la hora de encontrar salidas en el mercado laboral. El año pasado, la mitad de las mujeres de 25 a 34 años tenia un título universitario, en comparación con el 38% de los hombres, pero éstos tienen una inserción laboral más alta: 81% frente al 76%. Las mujeres, además, suelen ganar menos que los hombres en todos los países de la OCDE, pero la brecha de género es menor en España. Las mujeres ganan un 18% menos que los hombres pero las españolas ingresan un 7% de media más que las mujeres de otros países de la OCDE.

El estudio ofrece una buena noticia para España y es que, por primera vez, ha aumentado significativamente la tasa de alumnos que acaban el Bachillerato o la FP, hasta alcanzar los promedios de la UE. Así, hemos pasado del 56% del año 2005 al 81% en 2017, un promedio que nos acerca ya a Europa (88%) pero que no deja de ser una buena noticia teniendo en cuenta que el 50% de los puestos que se ofrezcan en 2025 en España requerirán este nivel de formación, según constatan los expertos. Y es que, según la OCDE, tener un título de enseñanza secundaria superior (Bachillerato y FP) “se considera una de las condiciones necesarias para acceder al mercado laboral en la mayoría de los países”.

En 2017, el 87% de los jóvenes de 15 a 19 años estaban matriculados en este tipo de estudios.

MAS NIÑOS ESCOLARIZADOS

Si hay algo en lo que España destaca es en la escolarización temprana de los niños. Un dato positivo teniendo en cuenta que “la prosperidad económica depende de mantener un alto nivel de empleo entre la población y el creciente número de mujeres que han dado el salto al mercado laboral ha contribuido a un mayor interés por parte del Gobierno de expandir la educación y el cuidado de la primera infancia”. Además, la escolarización en esta etapa “se considera fundamental para construir las bases de desarrollo cognitivo y ayuda a mitigar el efecto de las desigualdades más adelante en la vida”.

Los niños empiezan la escolarización en la mayoría de los países a los 6 años. Sin embargo, las tasas de matriculación a edades menores son notablemente más altas en España que en la mayoría de países de la OCDE. En 2017, el 97% de los niños de 3 a 5 años iban a una escuela infantil, frente al 87% de promedio de la OCDE, y el 36% de los menores de 3 años.