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Madre a los 64: la obsesión por tener un hijo a toda costa

Es la segunda mujer en España, y en Europa, en dar a luz a mellizos con esta edad. Sus médicos la intervinieron porque «es nuestra obligación», sin embargo, seis años antes Servicios Sociales le retiraron la custodia de su anterior hija.

Imagen de uno de los bebés recién nacidos en Burgos
Imagen de uno de los bebés recién nacidos en Burgoslarazon

Es la segunda mujer en España, y en Europa, en dar a luz a mellizos con esta edad. Sus médicos la intervinieron porque «es nuestra obligación», sin embargo, seis años antes Servicios Sociales le retiraron la custodia de su anterior hija.

Ella quería ser madre a toda costa. Para M. I. A. la edad no era un escollo y, cinco años después de que los Servicios Sociales de Burgos le retiraran la custodia de la primera niña que tuvo gracias a un proceso previo de inseminación artificial, por haber detectado factores de riesgo en la menor, la mujer de 64 años ha vuelto a dar a luz. Esta vez ha sido madre de mellizos que nacieron por cesárea el martes. Es el segundo caso en España, y en Europa, en el que nacen una pareja de niños de una madre con esa edad, la anterior falleció.

«La paciente estuvo con nosotros hace seis años y volvió al centro hace unos cinco meses con un embarazo gemelar de cuatro meses. Nuestra obligación, como médicos era atenderla respetando su decisión», afirma a LA RAZÓN Enrique Martín, director médico del Hospital Recoletas de Burgos. Decidieron realizarle un seguimiento específico al ser una gestación de alto riesgo: «Nos centramos en proteger la salud tanto de la madre, como de los bebés», que nacieron con un buen peso –2.400 gramos el varón y 2.200 gramos la niña– y no dispensaron de incubadora, ni de medidas de soporte. «Los tres ya están en planta y ella está con los pequeños», afirma el doctor. Es previsible que en cuatro o cinco días puedan recibir el alta y, así, regresar a la localidad donde reside la mujer, Palacios de la Sierra.

Al igual que en la anterior ocasión, la mujer había viajado a Estados Unidos para recibir el tratamiento de fertilidad, ya que en España la Sanidad pública pone el límite en 40 años para poder inseminarse, en la privada no existe un tope, pero desde la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) sí que estiman que, por ética, no se deben realizar estos tratamientos a mayores de 50, para que puedan ejercer la maternidad más allá de la adolescencia. Y es que en el caso de la mujer de Burgos, cuando sus dos hijos alcancen la edad más complicada de la adolescencia, su madre tendrá cerca de 80 años y «para esa etapa es necesaria mucha energía», afirma Mara Cuadrado, psicóloga experta en Infancia y Familia.

Esta psicóloga tiene claro que «a esa edad el organismo no está preparado para la crianza». Es cierto que este tipo de situaciones que tienen un componente psicológico, no están reguladas como patologías, pero «sí que muestra una obsesión por ser más joven, quiere reflejar que todavía está lo suficientemente en forma como para poder ser madre. Sin embargo, no tiene en cuenta los riesgos que acarrea esta decisión. Desde un punto de vista personal, considero que es una decisión muy inmadura. Ella no está pensando en la duración que puede tener como madre», añade la experta.

Y es que en este caso existe un nuevo problema: la posibilidad de que, por segunda vez, los responsables de Servicios Sociales de su localidad determinen que los menores no están bien atendidos.

Como explica el «Diario de Burgos», la Junta de Castilla y León terminó asumiendo la tutela de su primera hija. Los informes que les trasmitieron desde los Servicios Sociales eran demoledores. Aseveraron que la menor estaba en situación de «aislamiento», iba vestida «inadecuadamente y su higiene era deficitaria», recoge el informe. Asimismo, constataron que las condiciones de la vivienda no eran las adecuadas y añadieron una «falta importante de atención (privación de aprendizaje)» y aseveraron que su madre no la llevaba a la escuela, «teniendo dificultades para funcionar adaptativamente en varios roles normales de su edad». Por último, expusieron que su modelo de vida «era inadecuado», así como la «escasa colaboración por parte de la madre y que se mostró reacia a aceptar ayuda de terceros. Con todo esto y, a pesar del apoyo de la alcaldesa de su localidad y de un pediatra, la Audiencia Provincial desestimó los recursos y respaldó la situación de desamparo.

«Que haya vuelto a quedarse embarazada no es más que una muestra más de su obsesión por mostrar que sigue siendo joven. Quiere demostrar, a toda costa, que puede ser madre. Te sorprendería casos en los que la madre sigue teniendo más hijos, aunque le hayan retirado la custodia. Yo he llegado a conocer el caso de cinco hermanos seguidos en un centro de acogida. Estas mujeres no tienen voluntad de crianza y actúan por un pensamiento impulsivo», añade Cuadrado.

No es el primer caso que se da en España con estas características. En 2009, a una mujer 50 años de Barcelona, la Generalitat le quitó a su hijo sólo una semana después de dar a luz, a pesar de que los informes piscológicos que se le realizaron a la mujer antes del procedimiento de inseminación habían sido favorables. No obstante, los Servicios Sociales entendían que la integridad del niño estaba «en peligro».

Es evidente que existen dos factores clave para que se estén dando este tipo de situaciones «extremas». El primero es el envejecimiento paulatino de la población y la necesidad de sentirse joven por lo que «mujeres de 50 años actúan como si tuvieran 30», sostiene la psicóloga. Otro punto importante es el retraso de la maternidad. La edad media a la que las españolas son madres aumenta cada año, prácticamente. En 1980 era de 28,2 años. Hoy tres de cada diez niños que nacen en nuestro país tienen madres de 35 años. Y se dan casos paradójicos. «Con la posibilidad que existe hoy de congelar los óvulos y los embriones se dan casos de hermanos que tienen una diferencia de hasta 20 años, porque los padres se acuerdan de que tienen esos embriones en un banco y vuelven a ser padres».