Comercio

Los marroquíes prefieren pagar en efectivo que por medios electrónicos

El peso del sector informal en la economía y la falta de confianza en las nuevas tecnologías, factores determinantes

Billetes marroquíes
Billetes marroquíesLe360

La circulación de efectivo en Marruecos sigue creciendo, lo que impide que despeguen los pagos electrónicos. Todo ello, frente a la estrategia del Banco Central y la de los actores de los pagos electrónicos, que desean que el Estado adopte estos sistemas.

Nada parece detener el crecimiento del volumen de efectivo que circula en la economía marroquí. Durante los dos primeros meses del año en curso, la circulación de moneda fiduciaria aumentó un 10,2% en comparación con el mismo período de 2023, hasta 394,82 mil millones de dírhams, según las últimas cifras publicadas por Bank Al Maghrib (BAM).

Una novedad que preocupa al Banco Central y a los actores del ecosistema de pagos. “ El efectivo nos preocupa. Aumenta de año en año. Cuando crecía a un ritmo del 6 al 7% a largo plazo, lo considerábamos aceptable, teniendo en cuenta en particular el crecimiento demográfico. Pero cuando empezó a evolucionar a un ritmo del 11 al 11,50%, decimos que es demasiado ”, comentó Abdellatif Jouahri, responsable del BAM. La circulación de efectivo representa casi el 40% del PIB del país, nivel probablemente el más alto del mundo; " ni siquiera Egipto, donde la circulación de efectivo es omnipresente, alcanza tal nivel, limitándose a un ratio alrededor del 18 al 20%”.

Por efecto mecánico, este dominio del efectivo en las transacciones corrientes impide el desarrollo de los medios de pago electrónicos en Marruecos, como reconoció Lotfi Sekkat, presidente y director general del CIH Bank, durante la presentación de los resultados del banco. “ Todos tenemos que reconocer eso. No es un gran éxito. La herramienta no ha sido adoptada tanto como esperábamos".

La conciencia de los problemas que plantea la masa de efectivo en circulación no es reciente, pero las medidas adoptadas para afrontarlos, en particular fomentando los pagos móviles o electrónicos, no han dado los resultados esperados, informa Le360.

Este es el caso de la reducción del 25% aplicable a la base imponible, correspondiente al volumen de negocios realizado mediante pago móvil por personas físicas con ingresos profesionales determinados según el régimen de resultado neto simplificado (RNS) o beneficio a tanto alzado. Introducido por la ley de finanzas de 2020, este incentivo quedó prácticamente sin efecto, al igual que las diversas acciones de sensibilización destinadas a difundir la cultura financiera entre los comerciantes.

Los observadores y actores atribuyen en gran medida este fracaso al peso del sector informal en la economía marroquí, pero también a la falta de confianza en las nuevas tecnologías, ilustrada por los temores sobre la seguridad y la confidencialidad de las operaciones.

Abdellatif Jouahri volvió a apelar al Estado para que imponga el pago electrónico en la transferencia de sus ayudas directas. “Si un país como India, con una población de más de 1.300 millones de habitantes, lo ha hecho, ¿por qué nosotros no podemos hacerlo?", insistió. Las apuestas son altas. Además de ahorrar tiempo, el pago móvil o electrónico permite reducir el coste de las transacciones, tanto para los usuarios como para la economía nacional. Incluyendo, en particular, los costes correspondientes a la fabricación de monedas y billetes, al diseño, a la investigación y al desarrollo de los elementos de seguridad, así como a la logística y la distribución, se estima que este coste asciende en BAM a más de 10 mil millones de dírhams al año, es decir alrededor del 0,8% del PIB.