Reforma de la Ley del Aborto
Médicos por encima de la ley del aborto
Decisión judicial polémica en Reino Unido. Dos doctores que pusieron fin a un embarazo por razón de sexo no serán procesados
Mataron a dos fetos por el mero hecho de ser niñas. Cumplieron los deseos de las madres sin hacer preguntas y reconocieron en consulta que se trataba de infanticidio. El caso de los dos doctores que aprobaron el aborto de dos mujeres por cuestión de sexo del bebé que esperaban causó conmoción en el Reino Unido. Pero los británicos supieron ayer que los médicos no serán procesados después de que la Fiscalía de la Corona (CPS, por sus siglas en inglés) resolviese que no es «de interés público». La reacción del ministro de Salud, Jeremy Hunt, no se hizo esperar y ayer anunció que había exigido aclaraciones urgentes sobre esta decisión. Su postura fue apoyada por la oposición laborista.
Los casos salieron a la luz en febrero del año pasado, gracias a una investigación realizada con cámara oculta por el rotativo Daily Telegraph. Los redactores acompañaron a varias mujeres embarazadas a nueve clínicas en diferentes partes del país para averiguar si los médicos aprobaban el aborto basándose únicamente en el sexo del feto.
En un país tan multicultural como el Reino Unido, estas prácticas son consideradas un problema, sobre todo en barrios con una gran población india y china, donde los niños, a veces, gozan de preferencia por costumbre o razones económicas.
Lord Macdonald, el que fuera responsable de la Fiscalía, recalcó ayer que la CPS «ha admitido que hay pruebas suficientes» para procesar a los médicos, «pero éstos son objeto de regulación profesional y no de interés público». «La Ley de Aborto de 1967 permite a poner fin a un embarazo en determinadas circunstancias, pero nunca con fines de selección de género. Teniendo esto presente creo que existe un fuerte interés público», señaló criticando duramente a su sucesor Keir Starmer Éste asegura que el futuro de los médicos grabados en el reportaje corre a cargo del organismo regulador, el Consejo Médico General, lo que sería el Colegio de Médicos en España. Sin embargo, Lord Macdonald denuncia que de esta manera «no se está tratando a todo el mundo igual ante la ley».
El llamado «servicio británico asesor del embarazo», que realiza 55.000 abortos al año, insiste en que este tipo de abortos no son ilegales, pero su argumento no ha hecho otra cosa que añadir más leña al fuego. El llamado aborto por selección de sexo está prohibido en el Reino Unido y ha sido repetidamente condenado como «inmoral» por los ministros de Salud de los diferentes gobiernos.
Es más, uno de los profesionales que aparece en la cámara oculta, Raj Mohan, de la clínica Calthorpe en Edgbaston, Birmingham, dice a la mujer embarazada: «¿Esto es como el infanticidio femenino, ¿no es así?». Mientras que su colega, Prabha Sivaraman, que trabajaba para las clínicas privadas y hospitales del Sistema Nacional de Salud de Manchester, matiza: «Yo no hago preguntas. Si usted desea abortar es lo que usted quiera».
Tras una investigación de 19 meses, la Fiscalía reconoció que había pruebas suficientes para justificar un juicio con una «perspectiva realista de condena». Sin embargo, informó a la Policía de que «no había pruebas de interés público».
La Fiscalía de la Corona considera que el Consejo Médico General, el órgano que supervisa la conducta de los médicos, es el que debe tratar el caso. Sin embargo, este organismo no tiene poderes criminales y no puede procesar cuando hay infracciones de la ley.
El doctor Peter Saunders, director ejecutivo de la Asociación de Médicos Cristianos, denunció que «según el capricho de la Fiscalía, los procedimientos que están claramente establecidos en la Ley del Aborto puede ser completamente ignorados por los médicos y el Sistema Nacional de Salud». «Parece que tenemos médicos a los que se les permite reinterpretar la ley con aparente impunidad. Creo que es bastante extraordinario», criticó al rotativo The Telegraph. Por su parte, David Burrowes, un diputado conservador miembro de un grupo pro vida señaló que esto era claramente un «delito que debe ser perseguido».
Una llamada del papa que impidió un nuevo drama
La italiana Anna Romano recibió el martes una llamada que cambió su vida. La mujer había escrito una carta al Santo Padre para contarle lo que había vivido junto a su ex novio: le aconsejó que abortara porque no planeaba hacerse cargo del niño y descubrió que éste tenía otra familia. «Cuando contesté al teléfono, me quedé sin palabras. Pensé que era una broma». Pero no. Al otro lado estaba Francisco. Emocionada, dice que, a pesar de estar divorciada y a punto de convertirse en madre soltera, Francisco «me prometió que él mismo bautizaría a mi hijo». Cualquier pensamiento del aborto se borró.
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