Navidad
Adoptar mascotas en Navidad: los animales no son juguetes
Cada año, se regalan por estas fechas más de 250.000 animales en España; unos 100.000 son abandonados en su primer año de vida. Las protectoras advierten a los futuros dueños sobre las responsabilidades que conllevan.
Cada año, se regalan por estas fechas más de 250.000 animales en España; unos 100.000 son abandonados en su primer año de vida. Las protectoras advierten a los futuros dueños sobre las responsabilidades que conllevan.
La Navidad es una época para pasar en familia, agradecer lo que tenemos y soñar con lo que siempre hemos querido. Con respecto a esto último, la compañía de una mascota es el deseo que más se repite en las cartas que reciben cada año en estas fechas sus Majestades de Oriente.
Aunque Melchor, Gaspar y Baltasar nunca conceden una petición si los padres no la han aprobado primero, en ocasiones ocurre que están todos de acuerdo y las Navidades de ese año se convierten en unas de las más memorables. Sin embargo, no podemos olvidar que, una vez que los juguetes se hayan recogido, las etiquetas se hayan cortado y el papel de regalo se haya tirado, nuestro nuevo amigo seguirá correteando y haciendo de las suyas por toda la casa. Por eso es necesario tener muy claras las cosas: cuando se ensanche la familia, no habrá marcha atrás. Pero si este año toca una de esas Navidades especiales, no está de más recordar a los Reyes que hay muchos animales que lo que han pedido es una familia de la que formar parte y que, antes de comprar, es preferible adoptar. Además, no es nuestro nuevo amigo el único que encuentra un hogar, sino que cede su hueco en el refugio para otro que duerme en la calle. Es un gesto con el que se hacen realidad muchos más sueños que los nuestros.
De esta manera, diversos ayuntamientos promueven estos días campañas en favor de la adopción y recuerdan que la tenencia de animales de compañía implican una responsabilidad, así como gastos veterinarios y de manutención. Es el caso del Consistorio de L’Alfàs del Pi (Valencia). «Se estima que estas Navidades, más de 250.000 animales de compañía serán regalados en España y, de todos ellos, más de 100.000 serán abandonados. La mayoría durante su primer año de vida», estima Vanessa Pareja, presidenta de APPA, asociación de propietarios de perros de esta localidad.
Es casi inevitable que cada uno tenga sus preferencias de raza y es muy entendible que busque un animal de compañía que se adecúe a la situación que atraviesa en ese momento –según el tamaño de su casa, el tiempo o la capacidad económica de que dispone–, pero la predilección por determinadas razas ha disparado su cría descontrolada y la endogamia a menudo recurre al cruce de individuos con un grado de parentesco muy próximo, propiciando deficiencias mentales y malformaciones. Además, «se dice que los perros híbridos son más listos porque están más acostumbrados a buscarse la vida», apunta Juan José Badiola, presidente del Consejo General de Colegios Veterinarios de España. Y añade: «Bueno, y muy cariñosos, porque muchos de ellos han perdido el afecto y cuando lo vuelven a encontrar lo aprecian enormemente».
Por otro lado, muchos de estos cruces no se llevan a cabo sólo para obtener más especímenes de una determinada raza muy demandada, sino para crear razas nuevas que reúnan rasgos estéticos que las hacen tiernas a ojos de las personas, pero que no suelen responder a las características que la naturaleza del animal requiere para su salud.
«Cuando se fuerza genéticamente una raza, suele haber consecuencias negativas para ella porque, al seleccionar en favor de una característica, se hace en detrimento de otra», advierte Badiola. Se refiere así, por ejemplo, al caso de los gatos munchkin, que gracias a sus patas cortas pueden presumir de andares graciosos y, también, de graves problemas de espalda.
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