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Emergencia nacional por un hongo en el café

El abandono del tradicional cultivo del café a la sombra de los árboles, en favor del método "al sol", puede haber agravado el brote de roya que afecta a América Central y México, afirma el ecólogo John Vandermeer, de la Universidad de Michigan (UM).

El actual brote de ese hongo es el peor que se ha visto en esa región americana desde que llegó hace más de cuarenta años, explicó el experto, según un comunicado divulgado por la universidad estadounidense.

Guatemala, donde se calcula que la roya podría reducir un 40 % la producción de café en la cosecha 2013-2014, se sumó recientemente a Honduras y Costa Rica en la declaración de una emergencia nacional debido al mal.

Dado que la producción de América Central supone el 14 % mundial, el brote podría elevar el precio que los consumidores pagan por su taza de café.

La roya del café es la enfermedad más importante para ese cultivo en todo el mundo. Se descubrió inicialmente en las cercanías del Lago Victoria, en el este de África, en 1861, y luego fue identificada y estudiada en Sri Lanka en 1867, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos.

El hongo se propagó pronto a gran parte del sudeste de Asia, así como a las regiones de cultivo del café del centro y oeste de África.

La roya no se conocía en América hasta 1970, cuando se descubrió en Bahía (Brasil), y, desde entonces, se ha propagado a todos los países que cultivan la semilla del cafeto, según el Instituto de Investigación del Café.

Vandermeer ha cultivado parcelas de investigación en una plantación de café orgánica en el sur de Chiapas (México) durante quince años.

Junto con su colega Ivette Perfecto, de la Escuela de Recursos Naturales y Ambiente (SNRE por su sigla en inglés) de la UM, Vandermeer estudia la compleja interacción entre los organismos que allí residen, incluidos varios insectos, hongos, aves y murciélagos.

Vandermeer dijo que más del 60 % de los árboles en sus parcelas de estudio ahora han perdido al menos el 80 % de su follaje debido a la roya del café, un hongo que ataca las hojas e interfiere en su capacidad para llevar a cabo la fotosíntesis.

En su plantación, el 30 % de los árboles no tiene hojas, y casi el 10 % ha muerto.

"Tengo informes personales de amigos que cultivan café en Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Nicaragua y México. Todos dicen que es el peor brote que han visto de esta enfermedad", dijo Vandermeer.

En los últimos 20 a 25 años muchos cultivadores de café latinoamericanos han abandonado las técnicas tradicionales de cultivo a la sombra, en la que las plantas crecen bajo un dosel o bóveda de diversos árboles.

En un esfuerzo por aumentar la producción, gran parte de las áreas de cultivo se han convertido al método de "café al sol", que conlleva la disminución o eliminación de ese dosel vegetal y una mayor dependencia de los pesticidas y fungicidas.

Vandermeer sospecha que el cambio del cultivo del "café al sol"puede haber contribuido a la gravedad de este brote.

El paso al cultivo al sol causa una descomposición gradual de la compleja red ecológica que se encuentra en las plantaciones a la sombra. Un elemento de esa red es el hongo de halo blanco, que ataca a los insectos y también mantiene controlada la roya.

El uso generalizado de pesticidas y fungicidas y el bajo nivel de biodiversidad que se encuentra en las plantaciones "al sol"probablemente han contribuido a la decadencia del hongo de halo blanco en años recientes, según Vandermeer.

Sin el hongo de halo blanco que la restrinja, la roya del café ha podido devastar las plantaciones de café desde Colombia a México, agregó.

"Es posible que esta enfermedad se agote este año y retorne a los niveles previos", dijo.

"O puede ser que se convierta en una característica relativamente permanente en la región. El rumbo que tome esta enfermedad tendrá implicaciones enormes para los productores de café de esta región", advirtió.