Mar Negro
En el Mediterráneo hay demasiado ruido para los cetáceos
Hay demasiado ruido en el Mediterráneo. Esta es una de las conclusiones que se desprenden del informe científico realizado por el Acuerdo sobre la Conservación de los Cetáceos en el Mar Negro, el Mar Mediterráneo y la Zona Atlántica Contigua (Accobams), que ha presentado el primer mapa de las fuentes de ruido submarino en la cuenca del Mediterráneo, que proceden en gran medida de la búsqueda de petróleo y gas en el subsuelo marino, según informa Servimedia.
Los cañones de aire comprimido de alta presión que se emplean para la búsqueda de yacimientos de petróleo y gas en el subsuelo marino generan, según el informe presentado por este colectivo, un estruendo entre 10.000 y 100.000 veces mayor al que produce el motor de un avión a reacción, y dobla los decibelios que puede soportar el oído humano.
La organización ecologista Alianza Mar Blava explicó en este sentido que los pulsos de aire comprimido producen daños fisiológicos irreversibles en cetáceos, tortugas, peces e invertebrados, llegando a ocasionarles incluso la muerte.
Así, los ecologistas urgen al Gobierno español a acelerar el proceso ya iniciado de protección del Corredor de Migración de Cetáceos, así como a emprender un plan de reducción de los niveles de contaminación acústica submarina en el Mediterráneo. El mapa surgido del informe científico señala muchos de los llamados “puntos negros de ruido submarino”, con los que los cetáceos deben lidiar al situarse en su hábitat.
Científicos de Francia, Italia, Suiza y los EEUU han extraído, para la elaboración del mapa, un conjunto de datos que cubre 1.446 puertos y marinas, 228 plataformas de perforación de petróleo, 830 actividades de exploración sísmica, siete millones de posiciones de tráfico marítimo, la información -escasa, señalaron- a disposición del público en relación con actividades militares y de 52 proyectos de parques eólicos ‘offshore’, que suponen las principales fuentes de emisión de ruido.
Los cañones de aire comprimido -o ‘airguns’- han pasado de afectar a un 3,8% de la superficie del Mediterráneo en 2005 al 27% en 2013, dejando libre de contaminación acústica procedente de estos focos tan sólo el 73%.
A los yacimientos de petróleo y gas se le suman, también, los alrededor de 1.500 buques comerciales que navegan simultáneamente por el Mediterráneo, sin incluir las embarcaciones de recreo y barcos de pesca.
Los ecologistas denuncian la falta de datos sobre las actividades petroleras y de obtención de gas, así como de las acciones militares, por lo que señalaron que en su mapa vienen recogidas ciertas zonas como ‘tranquilas’ cuando en realidad es probable que estén teniendo lugar en ellas actividades que generen ruido submarino que, como han demostrado, pone en grave peligro la supervivencia de muchas especies marinas.
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