Mascotas
La patrulla canina de Santurce
El supuesto envenenamiento de tres perros ha provocado que los vecinos salgan a la calle a patrullar. Bilbao, Burgos y Gijón harán lo mismo.
El supuesto envenenamiento de tres perros ha provocado que los vecinos salgan a la calle a patrullar. Bilbao, Burgos y Gijón harán lo mismo.
Santurce es un municipio español de la provincia de Vizcaya que en apenas tres semanas ha sufrido la pérdida de tres perros. Presuntamente, el fallecimiento de estos canes se debe a un envenenamiento causado por tragar algún tipo de sustancia tóxica y prohibida.
Es el caso de Seal, un perrito de tres años y medio que paseaba tranquilamente con sus dueños en el parque de Ranzari, en Santurce. Los hechos ocurrieron el pasado 3 de abril, durante su paseo diario Seal comenzó a convulsionar y a vomitar. Rápidamente sus dueños lo llevaron a un veterinario donde llegó exhausto y con 42 grados de temperatura. Tristemente Seal murió a las siete de la madrugada con varias heridas en el intestino delgado que le provocaron una hemorragia interna.
«Los veterinarios nos dijeron que posiblemente esas heridas habían sido provocadas por algún tipo de sustancia tóxica, y que la muerte de Seal podía haberse evitado. En ese momento, no pensé en hacerle la autopsia a mi perro, no tuve la cabeza fría y, sin embargo, ahora me arrepiento muchísmo», recuerda con tristeza Esther Femedo, dueña de Seal.
Fue esta grave situación la que impulsó a Mónica Iglesias, conocida escritora de Santurce, a crear en su blog una entrada dedicada a los supuestos incidentes ocurridos en la localidad. «La respuesta ciudadana fue increíble, recibí cientos de llamadas no sólo de Santurce sino de varios puntos de España pidiéndome ayuda. Fue entonces cuando decidí crear ‘‘La patrulla canina de Santurce’’».
«El objetivo principal es acabar con estos incidentes, pero lo más importante es concienciar a toda la ciudadanía, Santurce es un lugar seguro y estos hechos no van a cambiar nada» sentencia Mónica.
Gracias a la labor que desempeña esta patrulla vecinal, cada día se vigilan las zonas verdes del municipio con el objetivo de descubrir las posibles trampas. La patrulla se organiza por grupos, aunque también hay gente que vigila en solitario. Al final del día se pone en común toda la información y se comparte a través de las redes sociales con el objetivo de que todo el mundo pueda conocer qué ha ocurrido a lo largo de la jornada. «Hay que dejar claro que ésta es una labor policial, si cualquiera de nosotros ve a alguien colocando algún tipo de trampa o tóxico, debemos grabarlo y avisar a la Policía, tienen que ser ellos los que actúen, no podemos tomarnos la justicia por nuestra mano», sentencia Mónica.
Además, «lo más importante es no crear una alarma social, si ésta se crea va a cundir el pánico y se puede confundir el supuesto ‘‘veneno’’con cualquier otra suntancia nociva», confirma la escritora.
En principio no costa ninguna denuncia en la Policía Local del municipio de Santurce puesto que no hay ninguna autopsia que confirme el fallecimiento de las mascotas por envenenamiento.
Sin embargo, el equipo de Gobierno está al tanto de la situación. De hecho, el concejal de Seguridad Ciudadana, Iván López, se reunió ayer con los precursores de la iniciativa para trabajar mano a mano y poder colaborar con el grupo. Además, se ha determinado una labor conjunta entre la patrulla y el consistorio. Ambas partes se han comprometido a reunirse una vez al mes –salvo que no sea posible por cuestiones oficiales de agenda– para exponer las preocupaciones de Santurce en relación a este tema.
Este grupo nació para concienciar y para ayudar a las mascotas y a sus dueños. Se formó de una manera muy triste y con unos acontecimientos que nunca se han podido demostrar. Sin embargo, esta propuesta, que en un principio contó con el apoyo de 50 personas, hoy ya puede decir que está formada por 1.700 participantes. Gracias a la labor de Mónica, se ha conseguido crear otras «patrullas caninas» en Bilbao, Barakaldo, Gijón y Burgos, entre otras.
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