Ciencias naturales
Los bañistas pueden causar escoliosis a un tiburón de Canarias
El tiburón ángel es una especie en peligro crítico de extinción. Investigadores españoles lideran un estudio que reporta los primeros casos de anormalidades espinales en esta especie en las islas Canarias: en un juvenil y en una hembra adulta. En el caso de la cría, estaría producido por las pisadas de los bañistas
El tiburón ángel común o angelote (Squatina squatina) es un escualo aplanado que habita en fondos marinos de hasta 150 metros de profundidad. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza lo ha catalogado como en peligro crítico de extinción. Pertenece a los Squatinidae, la segunda familia de tiburones más amenazada del mundo.
Este animal era común en grandes áreas del Atlántico nororiental, desde Noruega, Suecia y las islas Shetland de Escocia hasta Marruecos, el Sáhara Occidental, las Canarias, el Mediterráneo y el Mar Negro. La presión de la pesca intensiva ha mermado sus poblaciones y casi se ha extinguido en muchas de estas zonas.
Una investigación liderada por la Universidad de Vigo, que cuenta también con la participación de la Universidad de la Laguna, la Asociación Tonina y la Instituto Smithsoniano (EE UU), ha analizado en aguas de Tenerife y Gran Canaria las características morfológicas de dos especímenes de este escualo. Su estudio, publicado en la revista Turkish Journal Fisheries and Aquatic Sciences, determina que sufren de cifosis y escoliosis espinal.
“Describimos por primera vez anormalidades morfológicas en esta especie en Canarias. Fueron observadas tanto en un animal juvenil como en un ejemplar adulto. Debido a que se trata de una especie catalogada en peligro crítico de extinción por la IUCN, así como por el catálogo español de especies amenazadas, supone una valiosa aportación”, dice a Sinc Alejandro Escánez Pérez, investigador de la Universidad de Vigo.
La mayoría de estas anormalidades se han reportado con frecuencia en los tiburones cautivos, sin embargo, existen pocos registros en especímenes que viven en libertad. Estos dos especímenes en Tenerife y Gran Canaria, uno juvenil y una hembra adulta, presentan 21º y 42º de escoliosis, respectivamente.
Canarias, el único reducto que le queda a la especie
Las islas Canarias actualmente están consideradas como el último reducto donde esta especie tiene poblaciones sanas o, por lo menos, numerosas. Dada su actual rareza en aguas europeas, tanto del Atlántico como del Mediterráneo, la información sobre su bioecología continúa siendo escasa.
“Nuestra observación puede aportar algo más de información sobre posibles problemas, en este caso sobre patologías. Las afecciones espinales en tiburones suelen estar relacionadas con deficiencias nutricionales o bien causadas por traumatismos”, añade el investigador.
Esta última posibilidad, en el caso del juvenil, podría ser la más plausible, a juicio de los científicos. “En Canarias estos tiburones usan playas, de aguas tranquilas y someras para parir a sus crías, las cuales se entierran bajo la arena y pasan desapercibidas durante algunos meses. En este periodo de criadero, muchas veces son pisadas por los bañistas lo que podría ser una de las causas de estas lesiones espinales, al menos en el caso del juvenil observado”, concluye Escánez.
La pesca accidental de especímenes jóvenes, así como su manejo durante el proceso de liberación, también podrían producir lesiones que desemboquen en deformidades esqueléticas. “No podemos descartar otras posibles causas tales como agresiones, enfermedades, factores genéticos o de estrés ambiental”, enfatiza el estudio.
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