Ciencias naturales
Los sírfidos: el cuerpo de élite y ecológico antipulgones
Una idea de su poder la muestran las cifras, pues cada hembra puede poner 400 huevos y cada larva comerse 250 enemigos
Los insectos están desapareciendo. Lo dicen estudios científicos, como uno publicado recientemente en la revista divulgativa Biological Conservation, o se observa simplemente paseando por el campo.
Los insectos están desapareciendo. Lo dicen estudios científicos, como uno publicado recientemente en la revista divulgativa Biological Conservation, o se observa simplemente paseando por el campo. De hecho, hay quienes lo prueban mostrando los parachoques y parabrisas de su coche en verano y lo comparan con un par de décadas atrás. El informe redactado por expertos cifra en un 40% las especies de insectos en peligro de extinción: dejan de existir sobre la tierra a una velocidad 8 veces mayor que la de mamíferos, aves y reptiles, lo que en sí es una comparación tan efectiva como alarmante. Los productos químicos usados en la agricultura, el cambio climático, las especies invasoras y la pérdida de ecosistemas son los principales verdugos.
«Nuestra actividad se basa sencillamente en devolver a la agricultura parte de su equilibrio, restaurando insectos beneficiosos que ya estaban presentes de manera natural pero que han ido desapareciendo». Alberto Galante es gerente y socio fundador de una iniciativa peculiar, Bionostrum, que se dedica a criar y servir insectos de la familia de los sírfidos para que agricultores de Europa y Norte de África, por el momento, controlen las plagas de sus campos de forma ecológica.
la «mosca de las flores»
La actividad principal en la lista de tareas diarias de esta «mosca de las flores» es la ingesta de pulgones, uno de los enemigos más potentes y complicados de eliminar de las cosechas. Y su efecto secundario es igualmente positivo, se la considera la especie más polinizadora después de las abejas que, tristemente, tampoco pasan sus mejores momentos.
¿Qué hace al pulgón tan peligroso? Su destructiva afición a chupar la savia de las plantas, transmitir virus y dificultar la fotosíntesis, sin duda. Y su capacidad de propagación, también, ya que «se reproducen de manera exponencial y asexual: una madre pulgona puede parir a una hija pulgona ya embarazada de su nieta pulgona», destaca Galante. Por si fuera poco, cada temporada aparecen nuevas especies de pulgones que afectan a más tipos de cultivos. Es difícil pensar en un ser maligno extraterrestre de película de serie B más preparado que este para sobrevivir.
Ante este panorama se han intentado muchas soluciones, desde productos químicos hasta el uso de otros insectos como las mariquitas. Los primeros contaminan y se encuentran cercados por la presión regulatoria y el rechazo de los consumidores. Las segundas son efectivas pero cuando acaban con los pulgones de un campo se marchan a otro y la plaga reaparece. Sin embargo, los sírfidos se quedan y se alimentan de otros insectos hasta que regresan los pulgones y vuelven a la acción. Lo hacen de dos maneras. Está su vertiente preventiva, como comenta el socio fundador del proyecto: «Las moscas adultas actúan como ''mini drones'', patrullan y ponen huevos cerca de los pulgones para que las larvas se alimenten nada más nacer». Y la curativa que tiene más pinta de batalla campal, se suelta a los sírfidos en los focos de pulgón y ahí se arma. Una idea de su poder la muestran las cifras, cada hembra puede poner 400 huevos y cada larva, comerse 250 enemigos.
Los primeros pasos que dio Bionostrum fueron acompañados por un equipo de investigadores de la Universidad de Alicante. Dos de ellos, los entomólogos y catedráticos de Zoología Mª Ángeles Marcos y Eduardo Galante, se mantienen en una iniciativa, junto «a una gran plantilla», recalca el gerente, a mitad de camino entre Amazon y el Equipo A. ¿Los pulgones han conquistado tu campo? Haz un pedido de sírfidos y en menos de 24 horas recibirás un comando de soldados de fortuna alados dispuestos a dar la cara por ti.
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