Andalucía
Plan especial para el ave amenazada por los molinos de viento
Red Eléctrica de España y la Universidad de Barcelona han firmado un nuevo convenio para evaluar con precisión el estado de la población del alimoche común y determinar qué factores pueden explicar su expansión en la región de Cataluña central y oriental. Esta ave está en peligro por las líneas de tendido eléctrico y las aspas de los aerogeneradores, además del envenenamiento en los cotos de caza.
El alimoche común (Neophron percnopterus) es una ave necrófaga que se distribuye desde Asia hasta Oriente Medio, así como en la región circunmediterránea y algunas áreas del sur del Sáhara e islas atlánticas como las Canarias.
Desde hace años, el Equipo de Biología de la Conservación de la Universidad de Barcelona —vinculado al Departamento de Biología Animal y al Instituto de Investigación de la Biodiversidad de la UB (IRBio)— y el Grupo de Naturalistas de Osona llevan a cabo el seguimiento de un núcleo de alimoches en la Cataluña central y oriental, un área donde los expertos han constatado un aumento progresivo de la población de estas aves.
Tal como señala Joan Real, profesor del departamento de biología animal y jefe del equipo de biología de la conservación, «la población ibérica de alimoches, con cerca de 1.500 parejas, es la más abundante de la región paleártica occidental, y quizás también la más numerosa del mundo».
Sin embargo, hoy en día las poblaciones del ámbito peninsular están en regresión y se encuentran en situación de peligro, en parte por las líneas de tendido eléctrico y las aspas de los aerogeneradores de los parques eólicos. Por ejemplo, las poblaciones estudiadas y monitorizadas desde hace décadas en Andalucía, Castilla y León y el valle del Ebro han sufrido una severa disminución, hasta el punto de llegar a desaparecer en algunas áreas.
«Dentro de este escenario de amenaza para la especie —apunta Joan Real—, se ha podido constatar que algunas poblaciones ibéricas de alimoches no solo no se han reducido, sino que se han expandido hasta colonizar nuevas áreas. Este es el caso de Cataluña, donde la población de alimoches ha aumentado en las últimas décadas. Conocer cuáles son los factores que han permitido el éxito de estas poblaciones en Cataluña será esencial para avanzar en el conocimiento y la conservación de esta especie en el territorio peninsular».
En el marco del nuevo convenio, el seguimiento científico consistirá en la elaboración de un censo detallado de la población de alimoches, la obtención de tasas de reproducción, el muestreo y el estudio individualizado de los polluelos, y el análisis de la viabilidad de la población.
Con estos objetivos, los expertos quieren obtener información relevante y significativa para conocer los factores limitantes de las poblaciones de alimoche y así poder establecer protocolos de conservación para el resto de poblaciones amenazadas y en regresión en el resto de la Península y Europa.
Colaboración con instituciones y entidades naturalistas
Uno de los elementos fundamentales de este programa científico es la estrecha colaboración entre el equipo de investigación de la UB, entidades naturalistas con gran apoyo popular como el Grupo de Naturalistas de Osona, los parques naturales de Montserrat y de la Zona Volcánica de la Garrotxa de la Generalitat de Cataluña y el Parque Natural de Sant Llorenç del Munt de la Diputación de Barcelona.
En las tareas de campo colabora estrechamente el Grupo de Apoyo de Montaña del Cuerpo de Agentes Rurales de la Generalitat. A su vez, la Diputación de Barcelona y la Generalitat de Cataluña aportarán apoyo técnico y administrativo para el desarrollo del proyecto.
✕
Accede a tu cuenta para comentar