Bruselas

Su nevera engorda el cambio climático

La comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo quiere prohibir los gases fluorados o hidrofluorocarbonos (HFC), utilizados en frigoríficos y sistemas de aire acondicionado, por su grave efecto invernadero. Lo llamativo es que estos gases se impusieron hace años porque se consideraban ecológicos

Estos gases comenzaron a utilizarse en sustitución de los clorofluorocarbonos (CFC) y de los hidroclorofluorocarbonos (HCFC), cuyo impacto en la capa de ozono llevó a prohibirlos en una gran mayoría de países en la década de los ochenta.

Sin embargo, poco después se constató que los gases fluorados HFC también tenían un efecto pernicioso para el medio ambiente y potenciaban el calentamiento global miles de veces más que la misma cantidad de dióxido de carbono (CO2).

Los eurodiputados han decidió este miercoles respaldar una propuesta que aboga por prohibir la presencia de estos gases "f"en los nuevos frigoríficos y aparatos de aire acondicionado a partir de 2020.

Gracias a esta medida la utilización global de los HFC debería quedar reducida en un 84 % en 2030, señala la Eurocámara en un comunicado.

"El voto de hoy es un paso importante en la lucha contra el cambio climático", aseguró el ponente del informe ante el PE, el eurodiputado holandés del Grupo de Los Verdes, Bas Eickhout, después de que la propuesta fuese aprobada por 48 votos a favor, 19 en contra y una abstención.

Eickhout explicó que las emisiones de estos gases han aumentado en la UE un 60 % desde 1990, por lo que su prohibición se ha convertido en una cuestión urgente.

Para aquellos productores que no respeten la prohibición, los eurodiputados son partidarios de imponer sanciones de 10 euros por tonelada como incentivo adicional.

También apoyan extender la prohibición a las exportaciones a fin de que los dispositivos de refrigeración que aún utilicen estos gases no acaben en terceros países.

La decisión de la comisión parlamentaria da luz verde al ponente del informe para negociar con los países de la UE.

Si el Consejo de la UE, donde están representados los Estados miembros, adopta su posición común en julio, las negociaciones podrían comenzar tras el receso estival.