Educación

México saca la comida basura de las escuelas

Es el país con más niños que sufren sobrepeso, lo que provoca un menor rendimiento en las escuelas

Escolares en Mexico
Alumnas de un colegio mexicano, donde se intenta cambiar el tipo de alimentaciónDreamstime

Las estanterías de las cafeterías escolares estaban vacías este lunes. Durante el fin de semana desaparecieron las patatas fritas, los zumos de frutas azucarados,“las coquitas” (botellitas de refrescos de cola), batidos azucarados y la bollería ultraprocesada. Los estudiantes de las primarias, secundarias y preparatorias de todo el país se encontraron con tienditas con algunas opciones “healthy" este lunes. Un escenario de ciencia-ficción para una cultura escolar acostumbrada a la “botana”, los aperitivos salados y dulces nada saludables. El sábado 29 de marzo entró en vigor la estrategia del Gobierno “Vida Saludable” para prohibir la comida “chatarra”, la iniciativa del Gobierno federal para sacar la comida basura de las escuelas mexicanas. Las redes sociales se inundaron de memes y reels. “¿Me puedes explicar porqué nos están quitando todo como si estuviéramos en Venezuela?”, dice una adolescente en un vídeo que se replicó en varias plataformas sociales. Lo cierto es que México es el país del mundo con mayor obesidad infantil. Uno de cada tres menores en México tiene problemas de obesidad o sobrepeso. El 36,5% de niñas y niños en edad escolar tiene un peso no saludable y el porcentaje sube hasta el 40,4% en adolescentes,. En total 1,3 millones de niñas y niños todavía viven con desnutrición crónica según datos de UNICEF. Los problema de sobrepeso empiezan incluso mucho antes, el 7,7% entre los menores de 5 años también presenta problemas de peso; y es que, solo el 30% de los bebés en México se alimentan con leche materna, el alimento más completo para los bebés. “Es mucho mejor comer un taco de frijoles que una bolsa de papas”, dijo la presidenta de México Claudia Sheinbaum cuando presentó esta medida el pasado mes de octubre. Las autoridades escolares han tenido seis meses para desarrollar una legislación y un plan que pretender combatir una epidemia que tiene consecuencias de salud pública. Las escuelas que sigan vendiendo comida basura se pueden enfrentar a multas de entre 10,000 y 113,000 pesos mexicanos, entre 500 y 5.500 euros aproximadamente. En esta ocasión, el Gobierno se ha dirigido a un actor importante en la cultura escolar mexicana: los dueños de las cooperativas o los negocios de alimentos dentro de las escuelas. Se trata de pequeños emprendimientos gestionados por las propias familias o miembros de la comunidad escolar que proveen de alimentos a los alumnos. El Gobierno pretende hacer del hasta ahora “facilitador” de comida basura, su gran aliado en el cambio de hábitos dentro de las escuelas mexicanas, públicas y privadas. Hasta la fecha, el 98% de las escuelas mexicana vendía comida basura, el 95% ofrecía bebidas azucaradas y el 79% refrescos, según datos del propio Gobierno. “El reto es el de la organización. En muchas escuelas públicas se organizan las mamás para cocinarles o llevarles alimentos saludables. El reto son las tienditas dentro de las escuelas. Los alimentos saludables en México son accesibles y económicos, es más la falta de cultura para consumirlos”, explica a La Razón la secretaria ejecutiva del Sistema de Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes (SIPINNA) de Michoacán, Daniela de los Santos. “Uno de los retos que tiene el Gobierno es que en todas las escuelas tengan este tipo de desayunadores que gestionan las madres de los alumnos; que faciliten a las mamás algún tipo de apoyo económico o para las personas que se encargan de manejar los alimentos”, añade la ex diputada federal y una voz destacada en favor de los derechos de los menores. Por eso, el Gobierno ha preparado una guía dirigida a las “personas que preparan, distribuyen y venden alimentos en las escuelas” que incluye ejemplos de alimentos que se pueden vender, el calendario de frutas y verduras de temporada y recetas para ofrecer a los alumnos. Algunos alimentos y aperitivos saludables para vender en estos negocios escolares son palomitas de maíz naturales, cacahuetes con cáscara, maíz dulce aderezado con limón o bocadillos de pollo hechos con pan, pollo desmenuzado, 1 rebanada de aguacate y la tradicional salsa de pico de gallo (tomate, cebolla y cilantro). “Este manual busca inspirar al personal responsable del expendio y preparación de alimentos para que se conviertan en agentes de cambio”, explica el documento. “Otra medida que se debe de implementar son campañas para invitar a la gente a comer saludable”, explicar De los Santos. Para revertir la epidemia de salud, las medidas tienen que ser integrales y generacionales. El anterior gobierno liderado por Andrés Manuel López Obrador introdujo un etiquetado obligatorio en todos los alimentos envasados, ya sean de fabricación nacional o extranjera, y que se venden en México. El etiquetado está compuesto por 5 sellos de advertencia en forma de octágono en blanco y negro para determinar exceso decalorías, grasas saturadas, grasas trans, azúcar y sal. Además de advertir de estos ingredientes críticos, hay dos leyendas para informar del contenido de cafeína y edulcorantes, especialmente nocivos para la salud de los niños. Educación y hábitos México tiene mucho a su favor en la introducción de estos nuevos hábitos de alimentación, principalmente, que la fruta, verdura y legumbres ya son parte de la cocina tradicional mexicana y, además, son fáciles de adquirir y su precio es muy económico. México tiene en su propia casa un modelo de referencia de alimentación saludable. Desde hace años las guarderías públicas de la red del Instituto Mexicano del Seguro Social proporcionan alimentos a los menores de 0 a 4 años como parte de su servicio. En 2016, hace casi una década, las guarderías públicas eliminaron los productos con azúcares añadidos, incluyeron granos integrales, se introdujeron grasas saludables como el cacahuete, el aceite oliva o el aguacate que es autóctono. La estrategia pretende incluir a las familias en el cambio de mentalidad y relación con la comida. Todas las familias reciben un libro de recetas con el objetivo de hacer en casa las recetas que sus hijos comen en guardería. La crisis de alimentación en México no es por falta de opciones saludables. Muchos alimentos “healthy” y “fit” que están de moda son autóctonos del país latinoamericano. Algunas semillas como la chía o el amaranto, un cereal milenario, se hacen virales con recetas en redes sociales. Las guarderías públicas han empezado a introducir “snacks” saludables hechos con amaranto, un alimento que fue crucial en las civilizaciones precolombinas por considerarse una fuente de proteína de origen vegetal. “Existe una gran responsabilidad social, sería injusto culpar solo a la industria alimentaria. Hay una gran responsabilidad social porque muchas veces las personas tienen el conformismo de sobrevivir y no de vivir verdaderamente con calidad y de llegar de manera consciente a edades futuras en mejores condiciones de salud”, analiza para La Razón la nutricionista Lizbeth Anali Pérez, especializada en alimentación infantil. La mejora en la alimentación de los escolares también repercutirá en su desempeño. “Está comprobado que una alimentación más saludable en la escuela también apoya el aprendizaje, al mejorar los procesos cognitivos”, valoró el representante de UNICEF en México, Fernando Carrera. En la prueba PISA, México es el tercer país peor evaluado de la OCDE en matemáticas y comprensión lectora, y el país con el peor puntaje en ciencia.