Aterrizaje forzoso en Sevilla tras el infarto del piloto de un ultraligero

La realidad, en ocasiones, tiene una macabra forma de imitar a la ficción. Un ultraligero que despegó de Trebujena (Cádiz) se estrelló ayer en las proximidades del aeropuerto de San Pablo, en Sevilla, con dos personas a bordo después de que el piloto sufriese un desmayo –se baraja que directamente fuera un infarto– y su mujer, que le acompañaba, carecía de conocimientos de aviación. Ella tuvo que hacerse con el control de la aeronave bajo las instrucciones de la torre de control. Según informaron fuentes del servicio unificado de emergencias 112 de Andalucía, el piloto ha fallecido y su acompañante presenta heridas por quemaduras.

«Antonio –piloto y amigo de la pareja– va para allá, vas a seguirlo y vas a aterrizar sin ningún problema. Tal como lo estás haciendo está muy bien. ¿Qué altitud llevas? ¿Qué altitud llevas, chica?». Es el primer corte de audio de la comunicación entre el ultraligero y la torre de control. «El avión vuela sin problema. Tú tranquila, que el avión no se va a caer. ¿Qué altitud tienes?», continúa la torre de control, tratando de tranquilizar a la piloto accidental, que responde: «3.700 pies». «Muy bien. Tres mil está bien por el momento, puedes mantener 3.000 pies tranquilamente. No tienes que bajar más hasta que tengamos a Antonio delante de ti. ¿Vale?», continúa el controlador aéreo. «¿Ves una ‘s’ en la brújula? La rayita y una ‘s’. Te confirmo, por la derecha, por el rumbo, empieza a doblar hasta que el avión forme una «s» en la brújula con una rayita justo encima de la «s», prosigue la conversación con la mujer accidentada tras lo que se pensaba que era un desmayo del piloto. «‘S’ de Sevilla?», responde ella. «‘S’ de Sevilla. Correcto, ‘S’ de Sevilla». «Espérate, esto es muy difícil», contesta la piloto ocasional. «Hazlo poco a poco. No hay ningún problema. La ‘s’. El avión marca la ‘s’, la rayita. la ‘s’’», concluye el segundo corte de audio. La tercera grabación, marcada por las interferencias, comienza: «La entrada a la izquierda. ¿Estás en Carmona?», parece escucharse. La aeronave siniestrada tenía por objetivo aterrizar en Coria del Río, tras un vuelo siguiendo la ribera del Guadalquivir.

Durante el vuelo, el piloto se desmayó y su mujer alertó de la situación, al parecer, a través del teléfono móvil, a un piloto amigo de la pareja, quien, a su vez, habría alertado al 112 a las 12:54. El aviso del centro de control del aeropuerto de que el ultraligero había caído se produjo a las 13:50. Numerosos efectivos de emergencia se movilizaron, así como un helicóptero de la DGT desplazado desde Punta Umbría (Huelva) y una avioneta del aeropuerto pilotada por el controlador amigo de la pareja, que trataron de localizar la aeronave, consiguiéndolo a la altura de Brenes. Desde el helicóptero, la avioneta y la torre de control, la mujer del piloto fue recibiendo instrucciones para un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto hispalense, cerrado por el suceso hasta las 15:00 tras interrumpir el tráfico aéreo a las 13:20 y viéndose afectados cuatro vuelos con destino a Sevilla que fueron desviados a Jerez (entre ellos, en el que viajaba el Villarreal para jugar en el Pizjuán). El ultraligero se estrelló en las inmediaciones de la cabecera de pista de San Pablo, al este de la pista 27, cerca de un club deportivo, sobre una finca de naranjos. El piloto del helicóptero de la DGT fue el primero en socorrer a la mujer, con la aeronave, que explotó segundos después, en llamas. La mujer fue trasladada al Virgen del Rocío con quemaduras y contusiones, fuera de peligro. Su marido estaba ya muerto, se baraja que por un infarto antes del accidente.