Carmen Calvo
Ni de izquierdas ni de derechas: feministas
La ideología que defiende la igualdad de sexos es ya la segunda con la que se definen los españoles de entre 18 y 24 años. Los expertos aseguran que este movimiento podría decantar las próximas elecciones.
La ideología que defiende la igualdad de sexos es ya la segunda con la que se definen los españoles de entre 18 y 24 años. Los expertos aseguran que este movimiento podría decantar las próximas elecciones.
«¿Cómo se definiría usted en política según la siguiente clasificación?». Si tiene entre 18 y 24 años y le han llamado los encuestadores del CIS es muy posible que haya respondido «feminista» a esta pregunta. El último Barómetro, realizado el pasado mes de abril, concluye que el movimiento que lucha por mantener un principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre –al menos así lo define la Real Academia de la Lengua– se ha convertido, tras «liberal», en el concepto que mejor describe ideológicamente a los jóvenes españoles que no votaron en las últimas generales. La ideología feminista ha escalado del séptimo al segundo puesto en apenas un año en esta franja de edad. El patrón es nuevo y, aunque no se repite con un éxito tan rotundo en el resto de la población preguntada, la muestra ha desvelado que el feminismo ha penetrado en todas las generaciones de la sociedad española llegando a duplicarse entre la población de entre 35 y 54 años.
Hoy en día –la encuesta se realizó antes de que se hiciera pública la sentencia de La Manada– se declara feminista el 4,2% de los españoles, cifra que iguala ya a la de aquellos que se consideran ecologistas y que, a pesar de la incipiente movilización feminista que se está produciendo en las calles de ciudades de todo el país, aún está bastante por detrás de las tendencias políticas tradicionales. En el Barómetro elaborado en 2017 la población que se declaraba partidaria de esta tendencia rondaba el 2,3%. Los politólogos explican este aumento en simpatía por un movimiento que se remonta a la Revolución Francesa a que el feminismo se ha ampliado su espectro de intereses de la lucha por la igualdad de géneros a la ecología, la distribución de los sistemas de trabajo o la diferenciación entre lo público y lo privado. «La de ahora es una generación que ha crecido con la crisis y el feminista es el único discurso político que puede dar una solución ya que ofrece un discurso integral sobre la vida», asegura Asunción Bernárdez, directora del Instituto de Investigaciones Feministas de la Universidad Complutense.
Mujer, menor de 25 años, estudiante de clase media o media-alta, con estudios de Secundaria y que reside en un municipio de más de un millón de habitantes es el perfil que traza el CIS del feminista del 2018. En la radiografía ellas son mayoría, aunque los hombres también han entrado en las gráficas que describen al feminista: «Antes la figura del hombre era la de acompañante. Ahora están en la calle porque para ellos el feminismo también ofrece un cambio de modelo para una vida mejor», añade la profesora de la Complutense.
A la vista de la movilización lograda, ¿podrá el feminismo decantar las elecciones? Los politólogos son escépticos. En España la edad media del votante es de 50 años y, explican, es muy difícil que los resultados del barómetro del CIS se trasladen a las urnas de forma efectiva. Creen que la entrada de un partido netamente feminista en el Congreso es prácticamente imposible aunque están convencidos de que esta corriente puede sumar votos a la cuenta de los partidos que consigan mostrarse cercanos a sus postulados en defensa de la mujer. «Las manifestaciones del 8-M fueron el catalizador de una situación de desigualdad y el caso de La Manada ha sido el remate. Hay un alto porcentaje de mujeres que eran abstencionistas pero que acudirán a votar en los próximos comicios como respuesta a estos acontecimientos», explica el politólogo y experto en encuestas electorales Juan José Domínguez. Él asegura que este apoyo, a pesar de que el CIS también ha arrojado un aumento de la simpatía por el feminismo entre los que superan los 65 años que casi nunca optan por la abstención, no será suficiente porque los mayores feministas no se acaban movilizando en las urnas.
Además de por el electorado, los expertos también dudan de la idoneidad del momento para que este movimiento triunfe. «Mayo del 68 fue un momento de esperanza, el sistema empezó a tambalearse. Es verdad que cambió mucho la vida cotidiana, pero el fin último no se cumplió. Hoy el discurso sobre la igualdad tiene más implicación con el día a día de las personas. Cuando un discurso social funciona todo el mundo se lo quiere apuntar. Vamos a ver qué hacen los políticos o si todo esto sólo se queda en los programas electorales», asegura dudosa Bernárdez.
Aunque sea como parte de las promesas de los partidos tradicionales, ambos expertos coinciden en que el feminismo estará presente en la cámara baja en la próxima legislatura. En este sentido, Rodríguez asegura que los socialistas han sido los que han tomado la delantera. Ayer mismo, coincidiendo con las manifestaciones estudiantiles que se celebraron en todo el país, se inauguraba en el Senado una jornada que trató, según el PSOE, de alcanzar propuestas concretas referidas a las dificultades de las mujeres para aportar otras miradas. «Ahora hay una oportunidad extraordinaria porque el machismo siempre ha sido incompatible con la democracia y ya es intolerable», aseguró en esta cita Carmen Calvo, secretaria de Igualdad de la formación. La socialista llamó a «aprovechar que el feminismo está en la agenda política con el respeto y la seriedad que se merece» y añadió que «no puede ser sólo salir a la calle y autodefendernos, sino conformar una parte importante de la agenda política y de los objetivos de los partidos. La verdadera Marca España fue el recital que dieron las mujeres el 8-M». Ahí tienen la campaña. El politólogo insiste, la violencia de género se ha convertido en uno de los asuntos que más preocupa a los españoles, siempre por detrás del paro. «El PSOE sube en las encuestas porque Sánchez ha sido astuto a la hora de reaccionar a la sentencia de La Manada. A otros, como Cs, les penalizará su retraso a la hora de salir a escuchar las demandas del colectivo en este ejemplo concreto», analiza.
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