Noelia de Mingo: «No me acuerdo de nada»

Podría quedar libre este verano si la Audiencia de Madrid resuelve a su favor tras la exploración psiquiátrica de ayer.

Noelia de Mingo, condenada a 25 años de internamiento en un Centro Psiquiátrico Penitenciario por matar en 2003 a tres personas y herir a otras cinco en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, donde trabajaba como médico, se sometió ayer a un examen psiquiátrico del que dependerá que salga en libertad. Noelia asistió a los juzgados de Plaza de Castilla sobre las 10:30 horas, donde se encuentra la clínica médico forense, para someterse a la prueba: una entrevista psiquiátrica, un examen de su estado mental y una revisión de su historial clínico. Días previos, tal y como pudo saber ayer LA RAZÓN, manifestó en el Centro de Fontcalent que «no se acuerda de nada del incidente». A De Mingo, que se muestra bastante reservada, le abruma la Prensa, tanto que, después de que este periódico publicase su foto, «un día un trabajador del centro la sacó con su propio coche y la acercó a Alicante», añaden fuentes consultadas.

Las gafas oscuras que llevó ayer a la prueba le sirvieron para intentar pasar desapercibida. La exploración –que duró casi dos horas y media– fue solicitada por Carlos Sardinero, abogado de los familiares de las víctimas y letrado de El Defensor del Paciente.

«Desde 2003, cuando se emitió el primer informe clínico, no se le había hecho ningún informe forense ni se le había explorado», explica a este periódico Sardinero, que no da credibilidad al realizado este año por expertos del centro psiquiátrico penitenciario. «Por eso pedimos a la Audiencia que se hiciera un informe pericial y una exploración, ya que el informe de Alicante de este año fue realizado por una persona que no es especialista en psiquiatría ni exploró a De Mingo. Sólo analizó su estancia en el centro de Fontcalent», añade.

La Audiencia Provincial de Madrid de la Sección 16 tuvo en cuenta su solicitud y lo «pidió con carácter de urgencia, por lo que el resultado del mismo podrá estar en verano». «Los familiares de las víctimas insisten en que tienen miedo. Quieren que se minimice los riesgos y se tenga en cuenta la posibilidad de que pueda volver a tener un brote. No comprenden que la madre de Noelia vaya a tener la tutela. Para las familias es un error porque la madre, por no volver a perderla, puede omitir información. También se preguntan qué ha cambiado para que su madre, con 14 años más (que cuando tuvieron lugar los hechos) pueda haber ganado habilidades para detectar síntomas que no vio hace 14 años».

Cabe recordar que antes de que le diera el brote psicótico Noelia de Mingo llegó a escribir con el ordenador apagado y pensaba que todos los miembros del hospital en el que trabajaba –la clínica de La Concepción– eran actores. Estuvo al menos cuatro meses sin tomar la medicación que le habían recetado para su esquizofrenia paranoide, y el día del brote, el 3 de abril de 2003, asestó 17 puñaladas a pacientes y personal sanitario con el cuchillo de 15 centímetros de hoja que había comprado la tarde antes. Pensaba que la vigilaban.

Sardinero reconoce que, a priori, según el informe de Alicante, «Noelia lo tiene todo a su favor para salir». Y es que desde que ingresó en el centro psiquiátrico penitenciario nunca ha tenido ni un problema, nunca se le ha abierto ni un parte disciplinario. Y es que al estar ingresada, ha seguido en todo momento el tratamiento médico. El temor, por tanto, es si deja de tratarse.

«He llevado casos contrarios, en los que defendía al que tienen una patología, pero no tenían antecedentes tan graves. Lo que queremos es que se valoren los antecedentes, el pronóstico de su conducta en libertad, los beneficios y el riesgo para ella y para terceros. Si hay riesgo, por mínimo que sea, nos vamos a oponer».

Este periódico se puso en contacto con el abogado de Noelia de Mingo, su primo Juan Carlos Mingo, pero declinó hacer comentarios sobre el estado de salud de la joven.