Enfermedades
Patricia ya no tiene un «enchufe roto» en el cerebro
Llevaba diez años sufriendo «cortocircuitos» por culpa de la epilepsia y gracias a una intervención puntera en La Paz han conseguido quitarle la lesión
Llevaba diez años sufriendo «cortocircuitos» por culpa de la epilepsia y gracias a una intervención puntera en La Paz han conseguido quitarle la lesión
Patricia aún recuerda aquel momento, con cinco años, cuando tuvo su primer ataque epiléptico mientras viajaba en el coche de sus padres. «De repente empecé a ver que las figuras se alargaban y veía todo distorsionado. No me imaginaba lo que me esperaba», dice Patricia Puerta, que, con 15 años, tiene la suerte de poder hablar hoy, Día Internacional de la Epilepsia, de cómo ha podido dejar atrás aquellas tardes en las que llegó a sufrir hasta 30 ataques en menos de cuatro horas.
Patricia, tras una intervención quirúrgica, lleva más de un año «liberada» de la enfermedad, aunque sigue tomando dos pastillas diarias, «por si acaso», reconoce su madre. «Lo que me importa es no tener ataques y que, por fin, pueda concentrarme mientras estudio porque necesito sacar buenas notas para ser médico», dice la adolescente de León. También tiene decidida la especialidad a la que se quiere dedicar: Neurocirugía. El éxito de su intervención la ha marcado, no sólo la cabeza –tiene una cicatriz en forma de diadema–, sino también su vocación.
Sus padres, tras el diagnóstico de la epilepsia en un hospital de la capital castellana, decidieron buscar una segunda opinión en el Hospital Universitario La Paz. «El doctor Bermejo nos dijo que era un caso especial porque en los electros no aparecía la lesión», explica su madre. Fue una resonancia la que detectó la lesión cerebral (displasia) que tenía y que, con los años le empezó a crear problemas. «La paciente tenía una epilepsia farmacorresistente, por lo que los medicamentos que tomaba no le ayudaban. Decidimos hacerle un estudio para valorar si podía ser candidata para operarla», explica Antonio Martínez Bermejo, jefe de Neurología Pediátrica de La Paz. Y es que cada año acuden a este hospital 2.000 pacientes con epilepsia, una media de 45 a la semana solo en la Unidad de Epilepsia, coordinada por María José Aguilar-Amat. Recientemente se ha puesto en marcha una de las primeras consultas que existen en España para atención especializada de pacientes con una primera crisis epiléptica.
La madre de Patricia aún recuerda el proceso por el que pasaron antes de que la menor entrara en quirófano. «En diciembre de 2014 la ingresaron en la Unidad del Sueño para hacerle el análisis. Nos impactó un poco porque le colocaron nueve electrodos internos en zonas estratégicas». Recuerda cómo «le colgaban los cables de la cabeza». Tras el estudio, que duró más de siete meses, decidieron intervenirla. Fue el neurocirujano infantil Fernando Carceller el que la realizó con una tecnología de precisión que no tienen todos los centros. «Son muy pocos los casos que cumplen todas las condiciones para pasar por esta operación con la que buscamos los focos de la epilepsia. Ella es la segunda niña a la que intervengo, aunque también hemos tenido éxito con dos adultos más», reconoce el especialista. Y es que, «cuanto antes se opere, más beneficios se obtienen».
Patricia aún recuerda su última crisis: «Fue a las cinco de la mañana del día de la operación. Ya no he tenido más». Ha empezado a hacer los planes de adolescente que antes no podía, como dormir en casa de una amiga o salir de casa «sin tener que ir acompañada», dice risueña. «Era como si tuviera un enchufe roto en el cerebro».
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