Mascotas

¿Tu perro ladra mucho? Esto es lo último que debes hacer para corregirlo

El ladrido forma parte de los códigos que el animal utiliza para interactuar con el mundo y para relacionarse con los demás. Por eso no podemos exigirle silencio absoluto

Perro ladrando en casa
Perro ladrando en casaLa Razón

Los problemas de comportamiento son la primera causa de abandono de animales de compañía. Además, un perro que ladra demasiado, que araña los muebles o que hace sus necesidades dentro de casa es un perro que genera mucha antipatía… y lo peor de todo es que él no entenderá por qué todo el mundo le responde con tanta hostilidad. En resumen, educar a un perro es una gran responsabilidad y solucionar sus problemas de comportamiento es una obligación.

Un perro de la raza ''Beagle'' bostezando
Un perro de la raza ''Beagle'' bostezandoPixabay

Uno de los problemas de comportamiento más comunes en perros es el ladrido excesivo. Si quieres saber cómo puedes solucionarlo, en este artículo te lo contamos:

¿Por qué el perro ladra tanto?

Cuando existe un problema de comportamiento, lo más recomendable es trabajar siempre con un adiestrador canino que nos guiará en el proceso y nos ayudará a abordar el problema de manera efectiva. Sin embargo, hay algunas cosas que podemos hacer para avanzar por nuestra cuenta: lo fundamental es comprender por qué el perro hace lo que hace... cuál es la causa subyacente. De esta forma podremos encontrar la solución adecuada.

Nadie en su sano juicio puede exigirle a un perro que no ladre nunca. Forma parte de los códigos que el animal utiliza para interactuar con el mundo y para relacionarse con los miembros de su especie. Así que es del todo cruel que le exijamos silencio absoluto. Ahora bien, existen ciertos casos en los que no se trata de un ladrido saludable, propio de un perro equilibrado y psicológicamente estable. Existen situaciones en las que el animal está dejando entrever algunos problemas psicológicos latentes.

Entre los ladridos que podríamos calificar como “ladridos normales” podemos destacar el ladrido territorial o de protección, que es el que el perro utiliza para defender lo que él considera su territorio; el ladrido de alarma o miedo, que es con el que el perro responde a un sobresalto; el ladrido de juego o de saludo, que es un ladrido alegre y ocasional que suele estar acompañado de movimientos de cola, etc.

En estos casos, y siempre que el ladrido entre dentro de lo que marca el sentido común, es algo por lo que no debemos preocuparnos, sobre todo en algunas razas que son más ladradoras que otras. Ahora bien, hay situaciones en las que sí debemos prestarle atención al problema. Este es el caso del ladrido de la ansiedad por separación o los ladridos compulsivos.

El perro es un animal gregario que encuentra su identidad dentro de una manada. Por eso, cuando el animal se queda solo en casa, es normal que lo pase bastante mal. En esta situación, hay muchos perros que empiezan a ladrar de forma repetitiva y estridente… y pueden estar así durante horas.

Perro ladrando
Perro ladrandoLa Razón

También es frecuente que los perros que tienen ansiedad acaben desarrollando comportamientos compulsivos, como hacer círculos tratando de morderse la cola, correr frenéticamente de un lado a otro de la cerca o como el ladrido compulsivo. Estos comportamientos compulsivos también son fruto de la ansiedad. Así que, solucionar el problema del ladrido demanda, necesariamente, ocuparse del problema de la ansiedad.

¿Cómo evitar la ansiedad?

En muchos casos, la ansiedad… y no tanto una mala educación o sociabilización, es lo que subyace detrás de comportamientos desagradables como el ladrido constante y repetitivo. En estos casos, lo primero que debemos hacer es aumentar la cantidad de ejercicio diario que realiza el animal. Pasear, jugar y olisquear suele ser la solución a la mayor parte de los problemas psicológicos caninos. Además, un perro cansado es más dócil, más receptivo al entrenamiento y menos nervioso. Por todo esto, debes establecer una rutina diaria para tu perro que incluya paseos largos.

Después de haber incluido estos cambios en su rutina es cuándo podremos ponernos manos a la obra para solucionar el problema del ladrido repetitivo. Ladrar puede dar a los perros un subidón de adrenalina. Esto hace que los ladridos sean agradables para ellos y que se acostumbren a hacerlo. Y esto podremos solucionarlo una vez que la ansiedad ha desaparecido de la ecuación… no antes.

En cualquiera de los casos, llevará tiempo y paciencia… mucha paciencia. Cuando su perro esté ladrando, diga “silencio” con voz tranquila y firme. Espere hasta que deje de ladrar, incluso si es solo para tomar un respiro, elógielo en ese momento y dele una golosina. Eventualmente, se dará cuenta de que, si deja de ladrar ante la palabra “silencio”, obtendrá un premio.

La mayoría de los perros no saben lo que les queremos decir cuando les gritamos que se callen… y no van a entenderlo mejor cuando lo decimos gritando. De hecho, gritar estimula al perro a ladrar más porque cree que nos estamos uniendo a la “fiesta del ladrido”. Así que la primera regla es hablar con calma y firmeza, pero sin gritar. Asimismo, puede enseñarle a su perro a mantenerse callado con un simple gesto.

Una vez que entienda la palabra “silencio”, mientras le da la orden lleve su dedo a los labios (los perros a menudo captan las señales del cuerpo más rápido que los comandos de voz). Practique estos comandos cuando estén tranquilos y con el tiempo debería aprender a dejar de ladrar a nuestra orden.

Perro atado ladrando
Perro atado ladrandoLa Razón

Lo que nunca debe hacer para corregirlo

El Consell Valencià de Col.legis Veterinaris (CVCV) y la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP) instaron en agosto pasado a los propietarios que enfrentan este problema a que eviten el uso de collares eléctricos para corregir el ladrido excesivo. Estos dispositivos cuentan con un mecanismo que emite una descarga eléctrica en el cuello del perro, ya sea a través de un control remoto o de forma automática al detectar vibración, como en el caso de un ladrido.

Según el tríptico que distribuyeron desde ambos organismos, además de conllevar un riesgo real de lesión física, son contraproducentes en la resolución del problema: el collar actúa sobre el ladrido, que es el síntoma, pero no considera la causa, que suele ser la ansiedad" (…)"En el mejor de los casos, el problema quedaría enmascarado; en otros, la ansiedad no resuelta se expresará de otras maneras: trastornos compulsivos, conductas destructivas, síntomas somáticos como vómitos o diarrea, etc."