Sevilla
Piden 40 años de cárcel para la madre de los bebés congelados de Sevilla
La acusación particular ha pedido 40 años de cárcel por dos delitos de asesinato a la mujer cuyos dos bebés recién nacidos aparecieron muertos en noviembre del 2012 en congeladores de su vivienda de Pilas (Sevilla).
Fuentes del caso han informado a Efe de que la acusación particular que ejerce el padre de los recién nacidos y esposo de la acusada, Sara L.H., le imputa dos delitos de asesinato con alevosía y la agravante de parentesco.
Sara L.H. cumple prisión preventiva desde que su marido halló el primer cadáver, el 9 de noviembre del 2012, hallazgo que fue seguido el día 27 de noviembre por la aparición del segundo cuerpo cuando el hombre limpiaba otro congelador de su casa.
Los informes de autopsia indicaron que los bebés, ambos varones, habían nacido vivos, tras un embarazo normal de unas 40 semanas y que respiraron antes de fallecer por asfixia, el primero de ellos con una certeza al 90 por ciento de que fue por sumersión en agua.
Por otra parte, la Audiencia Provincial ha confirmado la decisión del juzgado de instrucción de Sanlúcar la Mayor (Sevilla) de que la madre siga en prisión preventiva, dado que está próxima la fecha de juicio ante un jurado popular y existe riesgo de fuga de la acusada.
La Audiencia basa además su resolución en la personalidad de la acusada, que había ocultado a su entorno el embarazo de los dos bebés congelados y el de una niña que nació a los pocos días de su ingreso en prisión.
Las fuentes han informado a Efe de que la Fiscalía de Sevilla presentará en los próximos días su escrito de calificación, en el que previsiblemente también pedirá 20 años de cárcel por cada uno de los dos asesinatos.
La madre declaró al juez que sólo recuerda el parto de uno de sus bebés, ocurrido el 25 de junio del 2011, que fue muy rápido, se produjo en la bañera a la segunda o tercera contracción y mientras sus otros dos hijos, de 11 y 14 años, habían salido a jugar a la calle.
Sara aseguró al juez que el bebé nació muerto porque "no respiraba, no lloraba ni se movía"y lo congeló porque "le parecía mal tirarlo a un contenedor"y "le costaba desprenderse de él y no quería olvidarlo", según las fuentes.
A poco de ingresar en la cárcel, la madre dio a luz el 30 de noviembre del 2012 a su quinto hijo, una niña cuya tutela fue otorgada al padre, al igual que la de los otros dos hijos de la pareja.
Dado el espacio de tiempo entre los dos últimos embarazos, los investigadores cree que el segundo bebé hallado muerto nació antes que el del 25 de junio del 2011.
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