Medio Ambiente

Plan de choque urgente para salvar al mejillón de río de la extinción

Creado en Lago de Sanabria un centro de reproducción que permitirá cultivar para su posterior suelta hasta 50.000 ejemplares al año

El lago de Sanabria es el lugar elegido para la reproducción
El lago de Sanabria es el lugar elegido para la reproducciónIcalIcal

La creación en el Lago de Sanabria de Zamora de un centro de reproducción de un mejillón de río que únicamente habita en aguas puras, frías y muy oxigenadas permitirá cultivar para su posterior suelta hasta 50.000 ejemplares al año de esa especie que se encuentra en peligro de extinción.

El centro de reproducción es una de las principales actuaciones de un proyecto para conservar esta especie de bivalvo que contempla actuaciones financiadas con fondos europeos por valor de 150.000 euros hasta el año 2025, según ha informado la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Castilla y León.

Ese mejillón de río o náyade, denominado científicamente Margaritifera margaritifera, será objeto durante tres años de un plan de conservación de la especie en esta Comunidad, donde tiene su población más meridional de Europa y se localiza principalmente en los cauces de los ríos Negro y Tera del noroeste de la provincia de Zamora, pero también en el río Águeda en Salamanca y en el Alberche en Ávila.

Este mejillón de río está considerado un bioindicador de calidad de las aguas y recientemente se ha extinguido en la cabecera del río Duero en la provincia de Soria.

Para cerrar su complejo ciclo vital, este bivalvo requiere de la presencia de la trucha común, ya que una de sus etapas se desarrolla en las branquias de estos salmónidos, donde experimentan una metamorfosis hasta que se liberan en forma de pequeñas náyades que vuelven al lecho de los ríos.

Estos requerimientos ecológicos tan específicos han hecho que sus poblaciones se encuentren "en serio declive" en todo su ámbito de distribución europea, han advertido desde Medio Ambiente.

A ello también ha contribuido la paulatina degradación de su hábitat por diferentes causas, como la contaminación, la alteración del régimen de caudales, la degradación de márgenes, la construcción de grandes presas o los incendios forestales, entre otras.

Todo ello ha llevado a que sus poblaciones se hayan reducido cerca del 90% desde principios del siglo pasado y que las principales poblaciones apenas cuenten con ejemplares jóvenes que permitan su reproducción.

De ahí que el proyecto de conservación de la especie en Castilla y León contemple la puesta en marcha de un centro de reproducción en un medio controlado que se habilitará en el laboratorio existente a orillas del Lago de Sanabria, en Zamora, en donde desde hace años se desarrollan distintas experiencias de cría.

El objetivo del centro es alcanzar una producción de unos 50.000 ejemplares juveniles al año de Margaritifera margaritifera, para lo cual se adquirirán estanques, enfriadores, filtros y otras infraestructuras necesarias, además de construir un pequeño vivero que permita el crecimiento de esos ejemplares hasta que adquieran un tamaño apropiado que permita su liberación al medio natural.

El proyecto también prevé la realización de actuaciones de mantenimiento y mejora de las infraestructuras destinadas a la producción de la trucha común en Vegas del Condado (León), con el objetivo de fomentar las poblaciones naturales de ese pez que tras su cría en piscifactorías será liberado con las larvas del mejillón de río en sus branquias.

Estas dos medidas se complementarán con campañas de infestación de ejemplares de trucha silvestre, por lo que se plantea la utilización de equipos de pesca eléctrica para capturar unos 2.000 ejemplares de trucha al año que serían liberados en el mismo punto de captura, informa Efe.