Primer paso

El cigarrillo electrónico se ha consolidado como una auténtica revolución para los fumadores, proporcionándoles una alternativa menos dañina al tabaco y permitiéndoles evitar riesgos asociados al mismo.No obstante, éste no es un producto cualquiera y debe someterse a estrictos criterios de calidad, uso, venta y publicidad para asegurar la protección del consumidor, en especial de los menores. El acuerdo alcanzado ayer en el Congreso para regular el uso y publicidad del cigarrillo representa un primer paso fundamental. El hecho de que la enmienda específica al cigarrillo electrónico haya sido la única respaldada por todos los grupos parlamentarios (a excepción de la abstención de UPyD) prueba que estamos en el buen camino.La protección del menor debe primar en todo momento y, por ello, las normas acordadas en materia de restricción de uso en colegios y hospitales, prohibición de venta a menores, y limitación de publicidad constituyen un gran avance. Desde ANCE (Asociación Nacional del Cigarillo Electrónico) recogemos el guante brindado por el Congreso y nos desarrollaremos un código de autorregulación en materia de publicidad que imponga estrictas normas al sector. No todo vale en publicidad y trabajaremos duramente para asegurarnos de ello. La próxima semana el Parlamento Europeo aprobará estrictas reglas de calidad, seguridad y pureza del producto. Éstas sumarán a las adoptadas ayer y asegurarán un marco legal para el sector y la mayor protección del consumidor en este ámbito en todo el mundo.