La Razón solidaria
Los riesgos de convertir una adopción animal en regalo navideño
Las protectoras relacionan este «boom» con los abandonos masivos de los primeros meses del año
Un 36% de las protectoras de España apuntan a un aumento significativo de peticiones de adopción de perros y gatos antes de Navidad. Así lo afirma el estudio «Él nunca lo haría» de la Fundación Affinity, que por primera vez pone cifras a una realidad que se repite cada año: el regalo de animales de compañía en esta época que se estima que pueden llegar a los 50.000 animales.
Según este informe, un 69% de las entidades de protección animal relaciona los regalos de perros y gatos durante las fiestas navideñas y los abandonos de principios de año. «Regalar un animal de compañía puede partir de una buena intención, pero los animales no deberían ser objeto de regalo o de sorpresas. La relación con ellos y la responsabilidad que implica su cuidado va mucho más allá y es imprescindible que sea la persona que cuidará del animal quien esté implicada en su búsqueda y que la decisión final de adoptarlo sea suya y de la familia con la que vivirá», afirma Isabel Buil, directora de la Fundación Affinity.
Según los datos que recoge el mencionado estudio, el 31% de peticiones de adopción que reciben las protectoras durante las semanas previas a Navidad indica de manera explícita la intención de que el perro o el gato se conviertan en un regalo. Un dato que podría ser mayor ya que, aunque en el resto de las solicitudes no se mencione expresamente, otras peticiones podrían estar relacionadas con este mismo motivo sin que lo expresen claramente por temor a que la protectora no ceda el animal en adopción para este fin.
Ante estos casos, las protectoras activan protocolos para asegurarse que el animal no sea tratado como un obsequio y que las personas que convivirán con él sean las que soliciten la adopción. En caso de negativa, cada vez más protectoras optan por denegar la adopción. «Preferimos no dar al animal en adopción si es para regalarlo porque sabemos los riesgos que eso implica y queremos evitar que ese mismo animal sea abandonado a los pocos meses», asevera Óscar Montoro, director de servicios de Help Guau.
Adoptar un animal requiere reflexión previa y el consenso de toda la familia. La adopción es una de las principales estrategias que existen para reducir las cifras de animales en protectoras. No obstante, el proceso requiere una reflexión previa de la persona o familia que va a responsabilizarse del perro o el gato. Un animal de compañía es un miembro más de la familia y, por lo tanto, la decisión debe ser consensuada. Esto exige hablarlo, discutirlo, repartir responsabilidades y asumir el compromiso entre todos.
«Nos encontramos con muchas llamadas en las que detectamos rápidamente que detrás de la decisión de regalar un animal no hay una reflexión previa. Se pretende sorprender o también ayudar a alguien a quien creemos que un animal le puede mejorar la vida, pero sin tener en cuenta aspectos básicos como la voluntad de esa persona o su estilo de vida, cuestiones que sin duda van a marcar el éxito o fracaso de la relación», añade Montoro.
Según la Fundación Affinity, en caso de que se decida incorporar un animal de compañía en esta época del año, previa reflexión y no como un regalo sorpresa, por disponer de más tiempo libre, es preferible distanciar la llegada del perro o gato de los días tradicionales en que se hacen regalos, como Navidad o Reyes. De esta manera se evita lanzar un mensaje a los más pequeños de que los animales son tratados como un juguete más.
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