Cáncer

Instalarán bajo la piel un «minilaboratorio»

Investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) han desarrollado un pequeño laboratorio sanguíneo que, implantado bajo la piel, realiza de forma inmediata un análisis de sustancias presentes en la sangre y envía los resultados al ordenador del doctor a través de redes móviles.

"Este pequeño aparato puede analizar la concentración de algunas sustancias presentes en nuestra sangre para determinar nuestro estado de salud. Puede detectar hasta cinco proteínas y ácidos orgánicos de forma simultánea y enviar los resultados directamente al doctor", indica un comunicado de prensa de la EPFL.

La EPFL señaló que gracias a este nuevo sistema se podrán realizar controles sanguíneos de forma mucho más rápida y sencilla que con los análisis tradicionales.

"Este pequeño laboratorio personal y portátil será especialmente útil para controlar a los pacientes, especialmente aquellos con enfermedades crónicas o aquellos que se están sometiendo a quimioterapia", señala la nota.

Este aparato, que aún se encuentra en una fase experimental y podría comercializarse en unos cuatro años, ha sido desarrollado por los científicos Giovanni de Micheli y Sandro Carrara.

"El implante tiene un volumen de tan sólo unos pocos milímetros cúbicos e incluye cinco sensores, un transmisor de radio y un poderoso sistema de envío de mensajes. Fuera del cuerpo, un parche, que incluye una batería que proporciona 0,10 vatios de energía al implante, almacena la información", agrega la nota.

La información almacenada en el parche es transmitida vía Bluetooth a un teléfono móvil, que definitivamente manda los resultados de las analíticas al médico.

"Una de las ventajas de este nuevo aparato es que la batería se encuentra en el parche exterior lo que evita realizar una nueva operación cada vez que ésta se agote", indicó la EPFL.

Sin embargo, la escuela politécnica añadió que durante el desarrollo de este prototipo tuvieron que superar una serie de dificultades como el tiempo de vida de las enzimas que recubren la superficie de los sensores colocados en el implante y que detectan las sustancias presentes en nuestro cuerpo.

"Las enzimas tienen una vida muy corta y teníamos que diseñarlas de forma que durasen el máximo tiempo posible. Hemos conseguido que estén en funcionamiento durante un mes y medio, tiempo que es suficiente para muchas aplicaciones. Además, el implante, al ser muy pequeño, es fácil de quitar y reemplazar", afirmó De Micheli.

En los pacientes con quimioterapia este aparato podría ser muy útil porque los oncólogos usan con frecuencia test sanguíneos para evaluar la tolerancia de sus pacientes a determinadas dosis de tratamiento, según la EPFL.

"Este nuevo sistema permitirá una monitorización directa y continúa de la tolerancia de los pacientes a las dosis, evitando exámenes sanguíneos semanales o que se establezcan las cantidades de medicamentos a tomar de forma generalizada en función de la edad o el peso", dijo De Micheli.

Por otro lado, en otro tipo de enfermedades crónicas el doctor podría recibir alertas del estado del paciente y anticipar la necesidad de un medicamento determinado.

"En un sentido general, nuestro sistema tiene un enorme potencial en casos donde la evolución patológica necesita ser monitorizada o donde la tolerancia a un tratamiento debe ser testada", sentenció el científico.