Salud

Una apuesta decidida por la investigación

El trabajo desarrollado para la prevención del Alzheimer fue galardonado con el Gran Premio Bial. Este laboratorio farmacéutico portugués también reconoció el estudio de la retinopatía diabética y de las nuevas funciones descubiertas del ARN

Imagen del momento de los premios
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Durante los próximos 40 años, el número de personas afectadas por enfermedades neurodegenerativas crecerá más del triple. Son patologías con una elevada incidencia y que requieren de sofisticados métodos de análisis. Como reconocimiento a su labor efectuada en aras de la investigación, el científico canadiense Peter St. George-Hyslop fue distinguido con el Gran Premio Bial de Medicina, por valor de 200.000 euros. Su trabajo se centra en la búsqueda de los procesos necesarios para frenar este tipo de enfermedades neurológicas. «La terapia eficaz de estas patologías implica que el tratamiento empiece muy temprano, antes de que aparezca cualquier síntoma, y que responda a todos los procesos que conducen a la enfermedad», afirmó el investigador. St. George-Hyslop, profesor de la Universidad de Toronto (Canadá) y de Cambridge (Estados Unidos) ha identificado un conjunto de genes claves, responsables de la degeneración de las células nerviosas y de los indicios del Alzheimer.

Bial es una compañía farmacéutica familiar, de referencia en la Península Ibérica. Su sede central se ubica en Oporto, aunque es en Bilbao donde radica la producción de tratamientos de inmunoterapia contra la alergia, una de sus principales áreas. La profesión médica de Luis Portela, actual presidente del grupo, así como su clara vocación por la investigación provoca que, desde 1984, la compañía premie a los trabajos internacionales más destacados. La búsqueda de nuevas soluciones terapéuticas representa la gran apuesta de Bial, una empresa que anualmente invierte aproximadamente unos 40 millones de su facturación en proyectos de I+D focalizados en el sistema nervioso central, el sistema cardiovascular y en nuevos avances para el tratamiento de la alergia.

La ceguera provocada por la diabetes constituye una de las consecuencias más dramáticas de la enfermedad y uno de los mayores temores para quien la padece. José Cunha-Vaz, presidente de la Asociación para la Investigación Biomédica e Innovación en Luz e Imagen (Aibili), fue el ganador del Premio Bial de Medicina Clínica 2012, dotado con 100.000 euros. Su trabajo sobre la retinopatía diabética –complicación ocular más grave asociada a la diabetes- permite, por primera vez, trazar estrategias de seguimiento y tratamiento personalizado de los pacientes. La identificación de las personas con mayores probabilidades de desarrollar las formas más severas de la patología posibilita la planificación y rentabilización de los ensayos clínicos, al tiempo que nuevas terapias.

Hallazgos españoles

La investigación del ARN para optimizar los tratamientos oncológicos también fue reconocida por el jurado a través de dos menciones honoríficas, de 10.000 euros cada una. Según los expertos, se trata del componente menos estudiado y más oscuro de toda la estructura genética. «Hasta hace poco se pensaba que el ARN era sólo un transmisor de la información del ADN a la proteína, es decir, que hacía de mensajero. Ahora hemos descubierto que, además, ejerce otras funciones importantes, como las regulatorias», destacó Pedro Medina, profesor del departamento de Bioquímica y Biología Molecular e investigador principal en el Centro de Investigación Genómica y Oncológica (GenyO). «Existen microARNs que ejercen un papel oncogénico. Esto ha abierto una nueva vía terapéutica de inhibición de estos microARNS, que promueven el cáncer para paralizar la progresión tumoral. Los estudios todavía están en pruebas, pero podrían salir a la luz en unos 6 o 7 años», continúo Medina.

El otro investigador español galardonado fue Manel Esteller, director del Programa de Epigenética y Biología del Cáncer del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Bellvitge (Idibell), en Barcelona. «El ARN es mucho más frágil y difícil de estudiar que el ADN. Sabemos que el ARN más conocido, el mensajero, hace proteínas. Pero ahora empezamos a conocer que muchos de ellos son reguladores de la actividad celular», informó Esteller, para quien el estudio de estas moléculas en la lucha contra el cáncer proporciona nuevas dianas terapéuticas. «Devolver los ARNs normales que faltan a las células cancerosas frena su crecimiento», confesó.

Ambos investigadores actuaron como «embajadores» de España en la XV edición de los Premios Bial, celebrada en Oporto y presidida por Aníbal Cavaco, presidente de la República de Portugal. La lucha contra el cáncer ha dado importantes pasos en los últimos años, pero el descubrimiento de las nuevas funcionalidades del ARN supone una vía prometedora. «La idea es convertir los tumores más difícilmente detectables hoy en día en enfermedades crónicas. No curaremos los más agresivos pero detendremos su desarrollo», vaticinó Esteller. «El cáncer dejará de ser una enfermedad mortal. Es cuestión de tiempo y de inversión de esfuerzos por parte de los gobiernos, pero sin duda esto tendrá un final y esperemos verlo pronto», sentenció Medina.