Opinión

Sexo o patatas fritas

La felicidad es una ráfaga, una sensación de plenitud que te recorre por dentro y que pasa como un suspiro. Eso es lo que yo siento con las patatas fritas y el botellín

Paloma Pedrero
Paloma Pedrerolarazon

No sé lo que tienen las patatas fritas de bolsa que yo no puedo vivir sin ellas. Aunque me siento muy culpable e, incluso algo avergonzada por confesarlo, yo por la noche con una cervecita, una bolsa de las más crujientes y un programa de televisión bobo, soy feliz. Dura solo el rato en que se acaba la bolsa, pero, ¿cuánto duran las demás felicidades que da la vida? Eso. Un instante. Porque la felicidad es una ráfaga, una sensación de plenitud que te recorre por dentro y que pasa como un suspiro. Eso es lo que yo siento con las patatas fritas y el botellín. La verdad es que creo que no soy la única, a mis amigas las veo muy patateras en los bares. “No aceitunas no, mejor unas patatitas”. Y luego el platillo se vacía vertiginosamente, como la propia felicidad. Dada mi curiosidad ante este fenómeno me meto en internet a investigar. Es divertidísimo, porque aparte del famoso adictivo que tienen, el glutamato monosódico, las respuestas son para partirte. Según el interés de la fuente las susodichas pueden ser hasta sanísimas: “Las patatas fritas de bolsa contienen una cantidad significativa de potasio, un mineral esencial para la salud del corazón y la regulación de la presión arterial. Pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico y prevenir enfermedades” Toma ya. De lo negativo hay miles de sentencias. Problemas estomacales, náuseas, diarrea, hinchazón y calambres, estreñimiento, cáncer… Hay una “experta” que asegura que las deliciosas pueden conducirte a una muerte instantánea por accidente cerebro vascular. Toma ya. Bromas aparte, que ya sabemos que son adictivas y malísimas para la salud física, encontré un artículo interesante que asegura que las patatas fritas son un alimento antisexo, ya que ese tipo de grasas pueden hacer que tu libido se vaya de vacaciones. Ah, ¿y si la respuesta está ahí? Entonces la tragedia en mujeres de mi edad no serían las patatas, sino la falta de hombres libidinosos hacia nosotras. En fin, seguiré investigando a ver.