Cómic
Ahora en serio... ¿quién ganaría, Batman o Superman?
Si ambos superhéroes se enfrentaran en una batalla tecnológica, habría un claro vencedor
Si ambos superhéroes se enfrentaran en una batalla tecnológica, habría un claro vencedor
El reciente estreno de «Batman vs. Superman» ha llevado a los fanáticos a encarnizadas batallas acerca de quién resultaría ganador en un duelo entre ambos personajes. Y la mayoría de las encuestas, apuestas y deducciones dan por ganador al alter ego de Clark Kent. Sin que el siguiente artículo constituya un «spoiler» de la película (no hablaremos de ella), sí podría ser tomado como un análisis de lo que ocurriría en una «verdadera» batalla entre el hijo de Kriptón y el habitante de Gotham City.
En la esquina derecha, con traje azul y fecha de nacimiento en 1938 se encuentra Kal El, supuestamente el único superviviente del planeta Kriptón. En sus orígenes sus poderes eran bastante limitados: Superman no podía volar. Era capaz de saltar por encima de edificios de 70 metros, levantar un coche por encima de su cabeza y correr a grandes velocidades...pero poco más. Luego, los guionistas lo dotaron de habilidades increíbles para cualquier ser vivo. Tan increíbles que resultan imposibles. Se aseguraba que la gravedad de su planeta llegaba a ser hasta mil veces superior a la del nuestro, algo que la física conocida actualmente rebate. «Es imposible la formación de un planeta que tenga más de cincuenta veces la gravedad de la Tierra, al menos según nuestros conocimientos de la física de los materiales sólidos», asegura el físico Brother Guy Consolmagno, de la Universidad de Arizona. Por lo tanto, los viajes a otras galaxias, la resistencia a una explosión nuclear y su habilidad para retroceder en el tiempo no son lógicas. Superman sería muy fuerte, hasta 50 veces más que un ser humano normal, pero no podría volar. Eso sí, no habría ningún problema en que tuviera una superinteligencia...Algo que no demuestra mucho teniendo en cuenta sus problemas para llegar a fin de mes y su incapacidad para escribir 300 palabras en un minuto, finalizar un artículo periodístico y cobrar un sueldo, en lugar de discutir con su jefe en el «Daily Planet». De hecho, su supervelocidad e inteligencia le permitirían escribir todo el periódico, pero por alguna razón nunca lo hace.
En la esquina izquierda, vestido de gótico negro y fecha de nacimiento en 1939, se halla su contrincante, Bruce Wayne, un multimillonario sin ningún superpoder más allá del uso de sus ilimitados fondos y su gran inteligencia para combatir el mal. El problema para Superman es que, mientras su adversario fue aumentando sus habilidades gracias al progreso de la tecnología, él lo hizo gracias a la magia de los guionistas. Y eso es trampa. Por lo tanto, en un encuentro «verídico», el murciélago tendría varias ventajas. Para el primer asalto, nuestro consejo es llevar a Superman a un entorno submarino. Bajo el agua, la fuerza de sus puños sería menor y no duraría mucho sin respirar, mientras que Batman, gracias a su traje, se podría servir del cristal –concebido por Christine McKenzie y Jonas Sundberg de la Universidad del Sur de Dinamarca– que absorbe oxígeno y lo almacena, podría respirar bajo el agua.
Los escépticos señalarán que Superman podría impactar con su visión láser, para intentar devolver el golpe. Si esto fuera posible, habría que recordar que el traje de Batman, aparte de estar hecho de entre 30 y 300 capas de grafeno, que le dan la resistencia necesaria para soportar el impacto de una bala a unos 8.000 km/h (tres veces la velocidad de un disparo de M16), está formado también por un tejido llamado Nomax, completamente ignífugo, al menos durante unos minutos.
En el segundo asalto, en aire, el veredicto podría ser de empate. Superman no vuela y Batman apenas logra planear gracias a su capa. ¿Existe de verdad un tejido que con sólo desplegarlo se convierta en «alas»? Sí, se trata de tejidos con memoria. Estos materiales son capaces de cambiar de forma (sus moléculas cambian de disposición) gracias a un estímulo que puede ser eléctrico o térmico. Y, si tuviera a Ray Baughman, físico del Instituto de Nanotecnología de la Universidad de Dallas, entre sus asesores, este le podría convertir en el Hombre Titanio, mucho más fuerte que el Hombre de Acero. Baughman ha creado un músculo artificial que convierte la energía química en mecánica. De acuerdo con sus cálculos, con él es posible ejercer una fuerza 500 veces mayor que el músculo humano.
Tercer y último asalto. El definitivo. Vamos a darle a Superman el beneficio de la duda y a asumir que es posible que sea tan poderoso como imaginativos son sus guionistas. Para el astrofísico Danail Obreschkow, sus poderes probablemente vengan de una fuente muy precisa: «La energía oscura, la fuerza que impulsa la expansión del universo, la responsable de la evolución del espacio-tiempo. Suena lógico que, dados sus poderes, Superman tenga esta fuente de energía», señala Obreschkow.
Según este científico, Batman tiene un modo de derrotarlo: antimateria. Físicamente es posible generar un arma con antimateria y cuando ésta se une a la materia, crean una poderosa fuente de radiación...algo que atemoriza mucho a Superman, visto su miedo a la kriptonita.
Hablando de lo cual, llegamos al golpe final: Batman podría contar con restos del planeta natal de Kal El en su arsenal.
El kriptón o criptón, un elemento químico de la tabla periódica, es un gas noble con el que un grupo de científicos del Instituto de Física y Química de la Academia Polaca de las Ciencias, ha logrado, por primera vez, crear un material cristalino. Así, con la kriptonita en una mano y un puño de titanio en la otra, nuestras apuestas van por Batman.
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