Ingeniería
En busca de un «cerebro» que coordine tanta información tecnológica
La inmensa cantidad de información generada por la conexión telemática de todo tipo de dispositivos pone cada vez más en evidencia la "falta de un cerebro"que coordine, integre y haga útiles todos estos datos, la denominada inteligencia computacional, han destacado expertos reunidos por la RAI.
El académico de la Real Academia de Ingeniería (RAI) Aníbal Figueiras ha explicado este martes a EFEfuturo que la integración de todos esos dispositivos, capaces ya de generar y procesar datos, pero todavía en un "precableado cerebral", es el desafío del siglo XXI: conseguir la suma de las inteligencias individuales, colectivas y computacionales.
Figueiras ha coordinado unas jornadas sobre inteligencia computacional en la sociedad del conocimiento, organizadas por la Real Academia de Ingeniería y la Red para el Avance y la Transferencia de la Inteligencia Computacional Aplicada (ATICA), en las que se ha hablado de ciudades y hogares inteligentes, coches que conducen solos o la optimización de energía y recursos naturales.
Además de la sostenibilidad, ámbito en el que estas tecnologías ofrecen la posibilidad de optimizar recursos y reducir costes energéticos y económicos, diversos ponentes ha aportado múltiples posibilidades de la inteligencia computacional con repercusiones sociales y de mejora de la calidad de vida de las personas.
Algunos ejemplos son los sistemas de información del tráfico, como el servicio CARWINGS de la compañía Nissan, que con el registro y análisis de datos en vehículos que recorren determinadas zonas, consiguen señalar a sus coches cuál es la ruta más rápida para llegar a su destino, o el sistema de conexión de vehículos de este misma empresa, capaz de mantener entre ellos la distancia de seguridad de forma automática y evitar situaciones de peligro.
Con la inteligencia computacional también se pueden construir modelos de predicción de datos -fiables y precisos- para plantas de producción, y con ellos evitar ensayos y pruebas, y así reducir tiempo y costes a la vez que se incrementa la efectividad, ha señalado Manuel Doblaré, de Abengoa Research.
Aunque, para Doblaré, el gran reto está en la gestión del conocimiento, en aprovechar todo la información que se genera, bien en una empresa o en el conjunto de la sociedad, es decir, utilizar las herramientas cognitivas colectivas para lograr el mayor beneficio.
Conjugar todas estas aplicaciones inteligentes puede tener gran impacto social, según ha dicho otro de los ponentes, el director de HPC y Big Data de Fujitsu, Adriano Galano, que ha indicado a EFEfuturo cómo integrando la gran cantidad de datos generados por dispositivos de la compañía se pueden proporcionar múltiples servicios.
Ha citado como ejemplos un bastón para ciegos con un sistema de posicionamiento GPS, que permite localizar dónde está la persona si se pierde, o el sistema desarrollado por su firma en Tokio que permite conocer en tiempo real los atascos de tráfico gracias al análisis de las posiciones geográficas de más de 1.300 taxis que envían información a una central de datos.
Galano incluso ha explicado cómo combinar estas aplicaciones para un futuro modelo de sanidad inteligente: "un paciente tiene una posición geográfica y tiene variables como el pulso o la respiración, medidas, por ejemplo, con un reloj; así, si ocurre un incidente, puedes detectarlo, prevenir al hospital que lo va a atender y mandar a la ambulancia por el camino más corto".
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