La Paz

Teresa Romero presenta una leve mejoría

El director del Instituto de Salud Carlos III de Madrid, Antonio Andreu, durante la rueda de prensa que ha ofrecido hoy.
El director del Instituto de Salud Carlos III de Madrid, Antonio Andreu, durante la rueda de prensa que ha ofrecido hoy.larazon

El director del Instituto de Salud Carlos III y miembro del Comité Científico creado por el Gobierno, Antonio Andreu, ha afirmado que el estado de Teresa Romero, "es estable dentro de la gravedad", aunque se aprecia una leve mejoría en su estado.

El director del Instituto de Salud Carlos III y miembro del Comité Científico creado por el Gobierno, Antonio Andreu, ha afirmado que el estado de la auxiliar de enfermería contagiada por el virus del ébola, Teresa Romero, se mantiene estable dentro de la gravedad, aunque los profesionales que la atienen aprecian una leve mejoría en su estado clínico.

Sin querer entrar en mayor información sobre el estado de salud de la paciente, durante la rueda de prensa posterior al comité especial para la gestión de la enfermedad por el virus del ébola, han explicado que, aunque hay que ser «prudentes», su situación «da esperanzas al equipo clínico que esta intensificando todos los esfuerzos para mejorar el tratamiento de Teresa».

«El mensaje importante es que aún a pesar de que la gravedad se mantiene, la situación clínica es estable y esa nueva mejoría debe convencernos a todos de que debemos continuar con firmeza, con decisión y con todo el rigor profesional en abordar el tratamiento de Teresa», ha explicado sin entrar en si motivo de esta mejoría podría ser debido a una disminución de la carga viral o a un aumento de los anticuerpos.

En cualquier caso, Andreu, que no ha querido dar más datos atendiendo a la petición expresa de la paciente de salvaguardar su intimidad, ha recordado que «día pasado es día ganado» y, ha añadido, lo mismo ocurre con las 15 personas que se encuentran en cuarentena en el Hospital Carlos III-La Paz de Madrid, que ha señalado «están completamente asintomáticos y sin fiebre», y, por lo tanto, «si se mantienen en esta situación» el próximo 27 de octubre dará por finalizada la situación de riesgo de estos ciudadanos.

En cuanto a los tratamientos que está recibiendo, no ha explicado mayor información que la dada estos días, excusándose el secreto médico por deseo de la paciente. No obstante, ha reiterado que «los médicos que atienden a Teresa están teniendo acceso a todas las medidas terapéuticas necesarias para su tratamiento».

«En global este brote se encuentra en situación de total control por parte de las autoridades sanitarias», ha afirmado Andreu, quien ha mostrado su «reconocimiento y agradecimiento» a los profesionales sanitarios que están tratando a la auxiliar de enfermería que «han mostrado en esta situación complicada un nivel de compromiso y profesionalidad que indica claramente el nivel de los profesionales sanitarios del Sistema Nacional de Salud».

«Queremos remarcar que estamos tanto en una situación clínica como epidemiológica totalmente controlada por las autoridades sanitarias y lo que nos preocupa el hecho de que estos días, fruto de esta situación, seamos capaces de tomar todas aquellas acciones que preparen al sistema para cualquier aparición de un evento en el futuro», ha añadido.

Asimismo, ha finalizado recordando que «el brote del virus ébola no es un problema de España, no es un problema de EEUU y no es un problema de Africa, es un problema global» y, por lo tanto, cree que «todos tenemos la responsabilidad de actuar con nuestra cuota de actuación para asegurar el control del brote lo más rápidamente posible».

En su opinión, esta experiencia «tan tremenda que estamos viviendo en España», en referencia al contagio de la auxiliar de enfermería, «tiene que servir para que otros países puedan estar prevenidos y entre todos avancemos en los mecanismo epidemiológicos de la enfermedad».

“Cada día que pasa es a su favor”

El personal médico que trata a la auxiliar de enfermería Teresa Romero, contagiada de ébola, ha afirmado este miércoles que “cada día que pasa es a favor” de la paciente, aunque reconoce que puede haber “complicaciones en cualquier momento” por la “virulencia” de la enfermedad. Así lo ha señalado este martes la facultativa de la Unidad de Medicina Tropical del Servicio de Medicina Interna del Hospital La Paz-Carlos III Mar Lago, integrante del equipo que trata a la infectada ingresada desde hace ocho días en el centro hospitalario.

Lago ha explicado que el ébola es una enfermedad que “aún es desconocida” aunque ha relatado que, según los datos, en los pacientes de Africa el mayor periodo de mortalidad se da entre el sexto y el décimosegundo día. Por ello, ha añadido que en el caso de Teresa “cada día que pasa es a su favor”, dado que según sus cálculos habrían pasado 15 días desde los primeros síntomas.

“Vamos a ver cómo va evolucionando, puede haber complicaciones en una enfermedad muy infecciosa y virulenta pero cada día que pasa es un dato a favor de Teresa”, ha apuntado Lago en referencia a la evolución de la paciente.

Además, ha detallado que a Teresa se le está tratando con un suero hiperinmune de pacientes que han desarrollado la enfermedad, y que también se le aplica un antiviral que ha tenido buenos resultados en ratones. “Es nuestra esperanza”, ha detallado Lago, en referencia a los tratamientos experimentales que han tenido buenos resultados en pequeños animales.

A su vez, ha relatado que Teresa es “fuerte” y, por eso, está “aguantando los efectos de la enfermedad”. También ha explicado que los otros dos pacientes con ébola tratados y que fallecieron (los misioneros Miguel Pajares y Manuel García Viejo) tenían un estado de la enfermedad más evolucionado.

Por ello, el “esfuerzo” del equipo médico se ciñe en un seguimiento “minuto a minuto” de su estado y en actualizar su tratamiento para que este sea en todo momento “óptimo”. Según ha explicado Lago, hay cinco facultativos que siguen su evolución en guardias de 24 horas donde siempre hay un médico de medicina interna por cada turno.

También ha dicho que se ha reforzado el personal para tratar a los pacientes, tanto a Teresa como los ingresados en observación en la quinta planta.

Finalmente ha dicho que se desconoce si puede Teresa tener secuelas a largo plazo en el caso de superar la enfermedad pero entiende que no tendría que ser así puesto que las patologías infecciosas “empiezan, se desarrollan y terminan”.

“Nadie que no tenga síntomas puede contagiar”

Por su parte, Fernando de la Calle, de la unidad de Medicina Tropical del Carlos III de Madrid y uno de los médicos que trata a la auxiliar de enfermería, ingresada desde el pasado 6 de octubre, ha dicho hoy que las posibilidades de curación de la auxiliar de enfermería contagiada por ébola, Teresa Romero, aumentan a partir de hoy, cuando se cumplen 15 días desde que empezó a experimentar los primeros síntomas de la enfermedad.

“Es verdad que estadísticamente pasados ciertos días de la enfermedad, superada cierta barrera, los que han sobrevivido tienen más probabilidades de salir adelante”, ha dicho este médico, que ha añadido que ese tope se fija en los 14 ó 15 días desde la aparición de los primeros síntomas.

Esto indica que en el caso de Teresa Romero, la jornada de hoy y mañana serán cruciales para determinar sus posibilidades de curación.

De la Calle ha añadido que la paciente está recibiendo tratamientos experimentales para combatir el virus y medidas de soporte vital para sacar adelante los órganos dañados.

Tras recordar que no hay ningún tratamiento que a día de hoy sea eficaz, ha explicado que se trata de “intentar ver qué posibilidades hay, aportando ideas nuevas, pero sin que vaya a perjudicar a la paciente y con el respeto a ella”.

Ha insistido en que “nadie que no tenga síntomas puede contagiar” el virus y que en este momento la única persona que puede hacerlo es Teresa.

Este especialista ha destacado la preparación del equipo médico que está tratando a la auxiliar contagiada y ha asegurado que cuenta con la formación suficiente para ponerse y quitarse el traje de seguridad con total garantía.

Ha reconocido que “ese momento es el más crítico y en el que hay que tener mucha tranquilidad y hacerlo bien”. “Con los trajes estamos trabajando bien y tranquilos, si no yo soy el primero que, si el traje que me pongo no es el adecuado, no me voy a exponer a un ébola”, ha manifestado, aunque ha reconocido que es complicado trabajar con él porque no transpira, tiene varias capas y limita la sensibilidad para poder explorar al paciente.

Ha reconocido, sin embargo, que existe “cierta inquietud” entre algunos de los trabajadores y que, incluso, alguno de ellos se ha negado a atender a la paciente.

“Si detectamos que alguien está nervioso o que no se siente capacitado para entrar, no entra, porque son unas condiciones de trabajo complicadas y nadie se puede poner nervioso ni marear”, ha explicado.

No obstante, ha indicado que, en general, hay mucha tranquilidad en la actividad diaria, ya que se trata del tercer caso de ébola al que se enfrentan, pues también atendieron a los religiosos Miguel Pajares y Manuel García Viejo.

De la experiencia de estos dos casos, los médicos han aprendido “muchas cosas”, desde “el manejo en una situación de aislamiento que nunca se había vivido, estar limitado con pruebas complementarias y basarse más en el ojo clínico, hasta la retirada y puesta de trajes”.

Visiblemente cansado después de una noche de guardia con la paciente, este médico ha reconocido que “en medicina siempre puede haber accidentes”, pero ha añadido que en esta profesión “un error puede llevarse una vida”.

“Venimos a trabajar tranquilos, pero eso no quiere decir que no haya que estar alerta porque es algo que hay que hacer bien”, ha insistido.

El doctor De la Calle ha recalcado la valentía de Teresa “porque como profesional participó en la innovación de atender por primera vez ébola en Europa” y ha reconocido que, al ser una compañera, al trabajo profesional hay que añadir un componente emocional.

Por otra parte, el comité de seguimiento del ébola informó anoche de que, al margen de la auxiliar de enfermería, son quince los ingresados bajo la denominación de contactos de riesgo. Todos ellos sin síntomas de la enfermedad.

Entre ellos está el marido de Teresa Romero, Javier Limón, cinco facultativos que tuvieron algún contacto con la paciente, tres peluqueras que le hicieron una depilación y varios celadores y enfermeros.