Todo lo que el móvil puede hacer por ti (y no es malo)

Pese a que su uso excesivo ha provocado conductas poco saludables, hacen nuestra vida más fácil: nos ayudan a detectar enfermedades, dejar de fumar, fomenta la creatividad y estimula la práctica deportiva.

Actualmente, de acuerdo con datos de Pew Research, la mitad de la población del planeta tiene un «smartphone». Es obvio que se trata de una tecnología que llegó para quedarse y también es evidente que algunas de sus características han favorecido conductas poco saludables. Pero no todo es malo en lo que respecta a los móviles y, usados con equilibrio, pueden tener numerosos efectos positivos. Lógicamente, al tratarse de un dispositivo tecnológico al alcance de la mayoría, su uso en medicina es una ventana abierta de posibilidades. Un ejemplo de ello es el sistema de healthy.io. Esta «app» utiliza la cámara del teléfono y una tira reactiva para realizar análisis de orina que pueden identificar 10 indicadores separados de enfermedades de riñón, infecciones del tracto urinario y complicaciones relacionadas con el embarazo. El principio es similar al de una prueba de embarazo casera, solo que en este caso la cámara identifica, por los colores de la varilla, diferentes problemas de salud detectables a través de la orina. El resultado es inmediato y se puede enviar al médico de cabecera para continuar el control.

Está claro que se trata de algo positivo relacionado con un uso específico del móvil. Lo mismo ocurre con «apps» para medir la presión o el nivel de azúcar en sangre (AgaMatrix)... Sin embargo, hay muchos ejemplos de usos cotidianos cuyo impacto en nuestra vida es alentador.

Salud mental

La mayoría de las personas son muy conscientes de sus cuerpos y pueden saber cuándo algo anda mal con su salud física. Los problemas de salud mental, por otro lado, a menudo pasan desapercibidos por el individuo y deben ser identificados por otra persona. Nuevamente subrayamos la importancia de contar con un profesional y que el teléfono solo constituye una herramienta.Y, a juzgar por los expertos, una muy válida. El investigador David Haniff, especializado en ciencias cognitivas, ha creado aplicaciones destinadas a elevar el estado de ánimo de las personas que sufren de depresión. Las mismas se basan en exhibir imágenes, vídeos y audio agradables, por ejemplo, de sus familias. También ha desarrollado un juego que ayuda a examinar los factores desencadenantes de la depresión. Los móviles también puede proporcionar un mayor acceso a los profesionales de la salud mental a través del correo electrónico, chats o videollamadas. Esto permite a las personas trabajar de forma remota y a su propio ritmo, lo que puede resultar particularmente útil para aquellos que no pueden reunirse regularmente con un profesional de la salud, aunque lo necesiten.

Expertos en inteligencia artificial de Facebook han desarrollado un programa que, en base a los mensajes subidos a redes sociales y enviados a contactos, alerta de posibles síntomas de ansiedad y depresión. Algo que no solo puede ser difícil de identificar, sino que es más común de lo que pensamos: la OMS señala que en la próxima década 600 millones de personas sufrirán depresión.

Por último se ha demostrado que las aplicaciones con música subliminal son beneficiosas para reducir la ansiedad y el estrés.

Relaciones

Otro defecto que se le atribuyen a los móviles es que nos aíslan. Pero si los usamos con mesura, el efecto puede ser el opuesto.

En un estudio publicado en «Perspectives on Psychological Science», David Sbarra, propone una explicación de por qué los humanos se sienten tan atraídos por sus teléfonos inteligentes: la evolución. De acuerdo con Sbarra, nuestro cerebro está configurado para conectarse con otros humanos: a lo largo de la historia hemos dependido de las relaciones cercanas con pequeñas redes de familiares y amigos para sobrevivir como individuos y como especie. Estas relaciones se basaron en la confianza y la cooperación, que se construye cuando las personas divulgan información personal sobre sí mismas y responden a la de los demás. «La atracción que ejerce un ‘‘smartphone’’ –explica Sbarra en el estudio– está conectada a regiones muy antiguas en el cerebro, las cuales fueron críticas para nuestra supervivencia, y fundamentales para la forma en que nos conectamos con los demás».

Sbarra no solo no cree que los teléfonos sean malos, sino que reconoce que ofrecen varios beneficios para la salud y el bienestar. Los mensajes de texto, por ejemplo, proporcionan a muchas parejas una ruta para conectarse de manera significativa.

Adicciones

A menudo se habla del móvil como un instrumento que propicia las adicciones, sea a la tecnología, al juego o a las redes sociales. Pero, ¿qué pasaría si se convirtiera en una ayuda para no caer o salir de las mismas? Un estudio, publicado en «Journal of Medical Internet Research», analizó el impacto que tenía usar aplicaciones en el móvil para dejar de fumar. A lo largo de dos meses se evaluó a hombres y mujeres que querían dejar el tabaco. Un grupo de control se sometió a la terapia habitual brindada por el servicio de salud de Estados Unidos, mientras que el segundo lo combinó con una aplicación móvil que le permitía estar en contacto con los otros miembros del grupo, recibir y enviar mensajes de ánimo. Al finalizar el período de prueba, los resultados de quienes combinaron la terapia y la aplicación, eran un 33% mejores. La fuerza del grupo ejerce una influencia positiva... ¿por qué?

Creatividad

En esta cualidad reside uno de los pilares del futuro. Los sujetos que demuestren capacidad para pensar de modo alternativo, imaginación y una capacidad poco habitual para lidiar con las decepciones, serán quienes triunfen en el ámbito profesional. Quién asegura esto es Giovanni Corazza, presidente del centro de supercomputación Cineca, fundador del Instituto Marconi para la Creatividad, en Italia y un pionero en tecnologías de comunicación (tanto que ya está analizando la red 6G, sí, 6G). Hablamos con él sobre el impacto de los móviles en la creatividad, aprovechando su presencia en el Encuentro Internacional Artes, Emociones y Creatividad, celebrado en el Centro Botín. Y su opinión es muy clara: los móviles son una suerte de bibliotecas del futuro a la que podremos acceder libremente, pero con «educación».

«Las novedades en arte, la inspiración, no viene de los dioses –nos explica Corazza– . Nos llega principalmente del pasado. Pese a ello, las posibilidades son infinitas si combinamos todo el conocimiento y lo interpretamos bajo otra luz. De este modo, los móviles pueden ser parte de un proceso creativo y lo serán. Por ejemplo: analizará todos los archivos de la moda pasada y con Big Data propondrá nuevos estilos en un tiempo mucho menor del que nos tomaría a nosotros analizar la historia de la moda. Somos nosotros los que tendremos que decidir en el futuro lo que vale la pena o no. Pero, sin duda, los teléfonos se convertirán en un espacio de conocimiento nuevo que impactará en nuestro cerebro».

Estado físico

Quienes siempre han llevado una vida activa lo tienen medianamente fácil, ya que reconocen sus propios límites de fuerza, resistencia o intensidad al hacer ejercicio. Sin embargo, quienes comienzan pueden tenerlo más complicado. De ninguna manera los móviles reemplazan a un médico y siempre es aconsejable realizar los exámenes previos al inicio de una rutina física. Una vez que haya comenzado, el «smartphone» puede convertirse en una ayuda para saber (mediante «app» o dispositivos como Stryd) si estamos exigiéndonos demasiado, si nuestro ritmo cardíaco es normal, si el esfuerzo que estamos realizando está por encima o debajo de nuestro objetivo... Nos ayuda a conocernos un poco mejor.

Un estudio, publicado en 2018 en «PlosOne», se centró en el uso del móvil vinculado a la frecuencia con la que las personas realizan una actividad física (algo que relacionaban con una mejor salud y también un mayor índice de satisfacción). Los resultados mostraron que ver el progreso y las estadísticas en el teléfono móvil estimulaba a los participantes a mantener la actividad y a intentar superar sus propias marcas.

Otro estudio publicado en «Journal of Medical Internet Research» muestra evidencias que respaldan la efectividad del uso de aplicaciones para aumentar la actividad física. Aunque se trata de un ensayo que se realizó a lo largo de tres meses, los autores señalan que las ventajas no solo residen en el uso de las mismas, sino en poder compartir los resultados y sentirse parte de una comunidad.