Clima

Un 92,2% está seguro de que hay cambio climático climático

A uno de cada dos ciudadanos, especialmente entre los jóvenes, le afecta que los otoños y las primaveras se alarguen.

En la localidad navarra de Aldatz, a 60 kilómetros de Pamplona, la nieve cubrió carreteras y campiñas y la vida se paralizó
En la localidad navarra de Aldatz, a 60 kilómetros de Pamplona, la nieve cubrió carreteras y campiñas y la vida se paralizólarazon

A uno de cada dos ciudadanos, especialmente entre los jóvenes, le afecta que los otoños y las primaveras se alarguen.

Alguien dijo que el cambio climático es una pregunta trampa para los meteorólogos. Después de semanas, de meses, de «pertinaz sequía», nos cae del cielo la gran nevada y hace que pasemos de preocuparnos por qué vamos a beber y con qué vamos a regar, para cuestionarnos si podremos mover el coche o salir de casa, atrancada como está por dos metros de nieve. Así de inmediatos y poco previsores somos. Nosotros y los que nos gobiernan. O quizá no dependa de ellos y es cosa de esa «naturaleza» imprevisible. Ella sí. El caso es que, como ayer, verbigracia, sólo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena, aunque en este caso, el del cambio climático la cosa no es cierta. O al menos no del todo. Una mayoría es consciente de que existe, aunque una sustancial minoría niegue las evidencias y pueda, con su creencia, y repitiéndola, llegar a la presidencia de Estados Unidos. Con todo, y en casa, la creencia de que el clima está cambiando es un pensamiento mayoritario: más del 92% de los españoles da fe de ello y pide un acuerdo político que lo aborde. Será por las nevadas de ayer, que a más de uno le han metido miedo. No hablaron con «los viejos del lugar», que les hubieran espetado aquello de que «entonces sí que nevaba». Creemos que vivimos un tiempo apocalíptico, con bruscos cambios de temperatura y fenómenos meteorológicos. Más de uno debería ver los informativos del Medio Oeste norteamericano. Allí la previsión meteorológica abre las noticias. Reinan las tormentas y los tornados. Bueno, ya se sabe que a los anglosajones les puede lo de hablar del tiempo. Será por no profundizar.