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Un gas letal asfixia a seis mineros en León

El peor accidente en los últimos 18 años. El escape repentino provocó también cinco heridos. El juzgado investiga si se adoptaron suficientes medidas de seguridad.. Ya hubo un fallo el pasado verano

Varias personas en las inmediaciones del Pozo Emilio del Valle de Llombera de Gordón (León)
Varias personas en las inmediaciones del Pozo Emilio del Valle de Llombera de Gordón (León)larazon

El escape repentino provocó también cinco heridos. El juzgado investiga si se adoptaron suficientes medidas de seguridad.

Ya hubo un fallo el pasado verano. El peor accidente en los últimos 18 años

Era alrededor de las 13:45 horas. El escenario, el macizo número 7 del pozo Emilio del Valle de Santa Lucía, en el municipio leonés de La Pola de Gordón. En dicha área suelen trabajar unos 116 mineros, pero en aquel momento se encontraban once, de edades comprendidas entre 35 y 45 años, y que picaban a entre 400 y 500 metros de profundidad. Fue entonces cuando se produjo un repentino escape de gas grisú, que tiene la capacidad de formar atmósferas explosivas –de hecho, se produjo una deflagración–. Sin embargo, fue la intoxicación y la posterior asfixia lo que acabó con la vida de seis trabajadores en medio de una atmósfera irrespirable –momentos después del suceso sólo había un 1% de oxígeno–, mientras que otros cinco tuvieron que ser trasladados al Hospital de León. Dos de estos últimos, según aseguró el alcalde de Pola de Gordón, Francisco Castañón, resultaron intoxicados cuando intentaron rescatar a sus compañeros. Uno de ellos permanecía ayer en estado crítico, aunque a lo largo de la tarde de ayer el resto evolucionaba de forma favorable. Hay que señalar que una de las víctimas mortales perdió la vida también en el momento en que descendió a socorrer a los mineros. En definitiva, se trata del accidente más grave de la minería española de los últimos 18 años. Entonces, en 1995, 14 trabajadores perdieron la vida, también tras un escape de gas grisú, en el pozo San Nicolás de la localidad asturiana de Mieres.

Los cadáveres de los fallecidos fueron trasladados al Instituto Anatómico Forense de la capital leonesa para practicarles la autopsia. Mientras, en las inmediaciones del pozo, los familiares y allegados, acompañados por el obispo de León, Julián López, mostraban su dolor. Los gritos y llantos por la pérdida se adueñaron del lugar, mientras los agentes de seguridad velaban por que nadie, salvo los familiares, accediera al lugar. De hecho, a unos metros de la bocamina, y detrás de la torre de 32 metros de la mina, más de un centenar de personas aguardaban noticias de lo que sucedía en el interior. Mañana, el miércoles y el jueves, tal como decretó el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, serán días de luto oficial en la comunidad. Ya ayer las banderas a media asta ondeaban en toda la comarca.

Las hipótesis son varias, pero se desconocen las causas concretas que llevaron a la deflagración. De momento, el Juzgado de número 1 de León abrió ayer una investigación para aclarar lo sucedido. Javier Gallego, un minero prejubilado que trabajó en la mina, explicó que al parecer «se abrió una bolsa de gas que no explotó», lo que provocó las intoxicaciones.

La empresa propietaria, la Hullera Vasco-Leonesa, fundada en 1893, se vio recientemente inmersa en un ERE por causas económicas y productivas. Del mismo modo, actualmente se encontraba en preconcurso de acreedores. Debido a sus problemas de liquidez, esta sociedad anónima inició una serie de negociaciones con sus acreedores. Además, tuvo que aplazar pagos y suspender contratos de trabajo a 357 trabajadores –el 90% de la plantilla– por periodos de seis meses y de forma rotatoria. En su memoria de 2012, la empresa asegura que se vió afectada por la «falta de regularidad» en el pago de las ayudas al carbón y por el «retraso» por parte de la Secretaría de Estado de Energía en la publicación en la que se fijan las cantidades de carbón a comprar.

Los mensajes de ánimo fueron innumerables. Especialmente en las redes sociales: en Twitter, los lazos negros y el hashtag #leon fueron «trending topic». En dicha red social, el Real Oviedo anunció además que lucirá brazalete negro en su próximo partido.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quiso trasladar sus «condolencias más sentidas» a las familias y amigos a través de un comunicado. Además, subrayó que el Ejecutivo no escatimará esfuerzos para paliar las consecuencias de esta «tragedia». Rajoy destacó que esta pérdida de vidas se produjo «en el afán más noble de todos: trabajar por su futuro y el de sus seres queridos». El líder socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, «profundamente apenado», también mostró su solidaridad en Twitter y expresó su «cariño y solidaridad» con las víctimas. Por su parte, Izquierda Unida, además de expresar su pésame, recalcó asimismo que exigirá el esclarecimiento del hecho y pedirá responsabilidades.

Tres posibles causas para explicar la tragedia

A la espera de que la investigación permita saber qué pasó, se barajan varias hipótesis. «Es una mina ejemplar en temas de seguridad, por eso nos extraña el accidente. Soy de allí, he estado en la mina y cuenta con sistemas de detección, así como de ventilación para extraer los pequeños escapes de gas de grisú que se producen, y meter aire limpio, por lo que o falló este sistema, o se confiaron y no tomaron las medidas de seguridad necesarias o si estaban picando pudo saltar una chispa de la máquina y explosionar», dice Santiago Sabugal, presidente honorífico de PTECO2.