Demografía

Un país sin niños: El último bebé que nació en Cachorrilla

Rubén Morera nació hace 29 años y desde 2015 es el alcalde de este pueblo extremeño en el que más del 70% de los vecinos están jubilados.

El alcalde, en la actualidad
El alcalde, en la actualidadlarazon

Rubén Morera nació hace 29 años y desde 2015 es el alcalde de este pueblo extremeño en el que más del 70% de los vecinos están jubilados.

Los llantos de Rubén Morera fueron los últimos que escucharon, hace ya 29 años, los vecinos de Cachorrilla, un pueblo cacereño. «El último nacimiento fue el mío en 1990». El colegio que había en su día cerró antes de que pudiera ir a sentarse en su pupitre, por lo que tanto él como su hermana, que es cinco años mayor, fueron a clase en Coria, a unos 20 km de distancia. No cambia su vida en el pueblo por nada. «Desde chico estuve solo, era el único salvo los fines de semana que venían familias con niños de otras localidades. No cambiaría mi infancia por nada, he tenido mucha libertad. Iba todos los días a estudiar a Coria y a la vuelta no me aburría, jugaba con mi hermana».

Es el último niño que nació en Cachorrilla. Aunque, para ser más exactos, vino al mundo en un hospital de Coria. «Mi madre dio a luz allí –porque aquí no había hospital– y, tras recibir el alta, nos volvimos al pueblo». Fue la alegría de sus vecinos.

El relevo generacional es gracias a las pocas familias que han venido a vivir. «Más del 70% de los 83 empadronados que somos son ya jubilados. Hoy hay cuatro menores de siete a doce años, pero ninguno nació aquí, vinieron ya algo creciditos». Sabe que Cachorrilla necesita que vengan familias. «En su día este pueblo era grande, tenía 600 vecinos, pero en los años 60 se fueron muchos matrimonios con seis o siete hijos». «El problema –prosigue– es que no podemos ofrecer nada porque no tenemos presupuesto ni fincas, ni casas de alquiler, y no se pueden pedir pisos de protección oficial porque se necesita un cierto número de solicitudes».

Pocos, pero no solos

Por el amor a su pueblo se hizo edil, que no político: «Me convertí en alcalde porque me tira más el pueblo que nada, pero que conste que no soy político. Me dolía ver que se podían hacer muchas más cosas de las que se estaban haciendo. Desde 2015 soy el alcalde, voy con el PSOE, pero soy independiente». Compagina su puesto como alcalce con otro empleo: «Trabajo por las tardes en notificaciones de Correos». Le preguntamos si tiene hijos: «No, aún no», pero anima a que los jóvenes vengan: «un pueblo no tiene servicios, aunque sí un trato familiar. En las ciudades hay mucha gente pero uno se siente solo, aquí nos cuidamos los unos a los otros».