Lotería de El Niño

Un premio para las madres

El 55.487 deja en Leganés 80 millones de euros. Gran parte de los décimos los adquirieron las mujeres del barrio que, aseguran, lo destinarán a ayudar a sus hijos

Los vecinos agraciados celebraron el premio en la calle Villaverde durante horas
Los vecinos agraciados celebraron el premio en la calle Villaverde durante horaslarazon

El 55.487 deja en Leganés 80 millones de euros. Gran parte de los décimos los adquirieron las mujeres del barrio que, aseguran, lo destinarán a ayudar a sus hijos

«Número para los vecinos de Leganés: 55.487». Detrás de ese cartel que para cada sorteo de Navidad y El Niño colocan Ángel y Gustavo Fernández en la administración número cuatro de la calle Villaverde de Leganés, se encontraba ni más ni menos que El Gordo del sorteo celebrado ayer. Es un cartel que estos hermanos sitúan a un número del que tienen todas las series con la esperanza de repartirlo entre sus clientes más queridos, soñando con una mañana de Reyes como la que disfrutaron ayer. Han sido dos semanas de Navidad en las que muchos vecinos del barrio de Colonia Collado, atraídos por este cartel y con la ilusión de compartir tan suculento regalo con sus más allegados, se apuntaron al 55.487, que dejó 80 millones de euros al sur de Madrid.

Además de ser el número de los vecinos de Leganés, también muchos calificaban ayer el premio como «El Gordo de las madres», puesto que muchas de ellas decidieron comprar este número o cambiarlo por los reintegros del Sorteo Extraordinario de Navidad. Así le sucedió a Carmen, una vecina leganense de 60 años. «Yo tenía un 7 que me había tocado en Navidad, pasé a cambiarlo y vi:‘‘Para los vecinos de Leganés’’», y cayó en la bendita llamada. «De momento, ayudaré a mis hijos, que yo no estoy mal», confiesa.

«Estamos desbordados, con mucha alegría porque se ha vendido en ventanilla décimo a décimo y era el número del barrio, por lo que ha llegado a mucha gente y no se ha devuelto. El número completo ha sido vendido», asegura feliz Gustavo, uno de los jóvenes loteros dueños de la administración. «La pena es para el que no lo haya podido coger, que tenemos muchos amigos que no, y yo por ejemplo tampoco, pero créeme que da igual. Lo importante es que lo hemos repartido a gente trabajadora, unos en paro, otros en una situación comprometida... no te quita de trabajar pero te tomas la vida de otra manera», confiesa visiblemente emocionado. También añadía: «Tenemos muchos números predilectos, como el 52.013, pero éste no. Como teníamos muchos décimos le pusimos el cartel del número del barrio».

Dos de las abonadas al 52.013 se congratularán eternamente por haber apostado en esta ocasión por otro número; son Sina y Pilar, dos amigas de 50 años que compartieron una peluquería durante 22 y adquirieron un décimo cada una. «No sé qué hacer. Un viaje, me encantaría un viaje», repetía con nerviosismo Pilar, «y luego ayudar a los hijos, por supuesto, que no están muy bien del todo». «Somos abonadas al 52.013 desde hace muchísimos años y vinimos a por nuestro número y como teníamos que comprar varios, pues nos llevamos el de aquí», así describía Sina la casualidad que las llevó a la fortuna.

«Hemos dado premios de primitiva de bonoloto, el Gordo de los sábados tres veces.... pero premios de sorteos importantes como el sorteo de Navidad o el de El Niño no. Lo hemos estado vendiendo hasta última hora», puntualiza Ángel, el otro lotero hermano de Gustavo. Y da fe de que se vendió hasta última hora Rosi: «Iba para la cabalgata a eso de las ocho menos cuarto y me acordé, y como hice en Navidad cogí el número del barrio». «Lo necesitábamos para no llegar ahogados a fin de mes», confiesa esta mujer de 54 años.

«¡Que son tres décimos los que llevamos!», se oye gritar en la calle Villaverde a Paqui, que acaba de enterarse de que en su familia también han sido agraciados. «Mi padre llevaba uno y mi hermano por otro lado llevaba dos. ¡Tres décimos! Ahora mismo acaba de llamar mi hermano, es demasiado», exclama entre sollozos esta leganense, que también confiesa sus primeros planes tras enterarse de tan buena noticia: «Yo dependo de mis padres y ellos se lo merecen todo porque han dado todo por sus cinco hijos y luego en lo que se pueda. Todos tenemos el piso sin pagar, pero sobre todo para mis padres». Será una mañana de Reyes que los vecinos de Leganés tardarán en olvidar.