Brote de ébola
Un solo ibuprofeno basta para burlar los controles contra el Ébola
Expertos alertan de que las medidas de seguridad en aeropuertos no son suficientes
La toma de un ibuprofeno o de cualquier otro fármaco antitérmico basta para poder burlar sin problemas los controles de seguridad que se han instalado en los aeropuertos de los países afectados por el virus del Ébola si el paciente está en los primeros días de la infección. Así lo confirmaron ayer a este periódico fuentes de Sanidad Exterior. También lo confirma el especialista en control de enfermedades Sean Kaufman, presidente de la empresa de bioseguridad Behavioral-Based Improvement Solutions, que se ha trasladado a la zona. «Los instrumentos que se están utilizando en los aeropuertos para medir la temperatura (la fiebre es uno de los principales síntomas de la enfermedad) no son muy fiables, ni están bien calibrados», afirma este experto, que también insinúa: «Si se pueden tomar un ibuprofeno para bajar la fiebre y pasar el control, ¿por qué no iban a hacerlo? Saben que en Estados Unidos podrán recibir un tratamiento más efectivo. ¿No haríamos todos lo mismo por salvar nuestras vidas?».
Una afirmación que confirman los propios médicos. «Las medidas de control en los aeropuertos miden sólo la temperatura corporal, por lo que con un ibuprofeno una persona infectada con ébola podría alterar los síntomas, malestar, fiebre, dolor de cabeza, al inicio de la infección», explica José Antonio Pérez Molina, infectólogo y vocal de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc).
«Las medidas de control –prosigue– son limitadas». «Dan sensación de seguridad al usuario, al viajero, más que ser una forma eficaz de prevención», añade Pérez Molina. Manuel Linares, presidente de la Fundación IO que ayuda a viajar con la mayor seguridad posible, reafirma las palabras del infectólogo: «Es muy posible pasar los primeros controles, en las fases iniciales de la enfermedad, por el efecto antitérmico porque los detectores no la perciben».
Ahora bien, tomar un antitérmico puede permitir burlar los primeros triajes, «pero no modifica en absoluto el curso de la enfermedad, por lo que al final se autoengañan y pueden infectar a los pasajeros. Lo coherente, al notar los primeros síntomas, es quedarse en el país y pedir ayuda médica», precisa el infectólogo.
La alarma en cualquier caso es notoria, después de que Thomas Eric Duncan se convirtiera en el primer enfermo de ébola que llega a EE UU. No porque tomara ibuprofeno o tuviera síntomas (los tuvo días después de llegar a EE UU), sino porque mintió en el cuestionario que le hicieron en el aeropuerto de Monrovia al decir que no había entrado en contacto con potenciales enfermos de ébola. Además, hay al menos diez personas que contactaron con él y que se encuentran en «grave riesgo» de contraer la enfermedad. Ahora bien, al menos «por el momento», Estados Unidos no evalúa imponer una prohibición de entrada al país a los viajeros procedentes de las naciones de África Occidental afectadas por el ébola, según dijo ayer el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest. «La preferencia del Gobierno en este momento» es no aplicar ninguna restricción de viajes a EE UU, dado que los aeropuertos en África cuentan con un «sofisticado» sistema de seguridad para evitar que pasajeros con síntomas asociados al ébola aborden un avión, dijo Earnest en referencia a las distintas voces que están reclamando una mayor contundencia.
Por otro lado, Ashoka Mukpo, cámara estadounidense de 33 años que trabaja para NBC, fue diagnósticado de ébola en Liberia y será repatriado en los próximos días para recibir tratamiento en su país. Es el quinto estadounidense que contrae el virus.
Mientras, la OMS ha actualizado los datos relativos a la prevalencia del virus. A día de hoy, se han producido 7.470 contagios y 3.431 muertes. Liberia encabeza la lista de fallecimientos con 2.069 casos, seguida de Guinea con 739 y Sierra Leona con 623.
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