Un técnico del 1-1-2 aconseja a una mujer que sufrió un aborto espontáneo tirar el feto a la basura

El médico ha sido retirado de su puesto y se le ha abierto una investigación policial tras conocerse la grabación de la llamada de urgencia

El Servicio de Urgencias Canario (SUC) ha apartado de sus funciones al médico que atendió por teléfono a una mujer que fue localizada en Puerto de la Cruz (Tenerife) el pasado martes con un feto muerto en sus brazos. La joven de 27 años había sufrido un aborto espontáneo y al pedir ayuda al servicio de urgencias telefónico 1-1-2, el técnico le aconsejó que “si no había sufrido una hemorragia que necesitara un ingreso hospitalario, podía tirar el feto a la basura, o envolverlo en una manta y meterlo en la nevera para llevarlo al día siguiente al hospital”.

Esta conversación, que fue grabada como todas las llamadas que se hacen a este número de urgencias, se ha adjuntado al atestado policial. El Juzgado de Guardia entiende que la mujer, originaria de la isla de La Palma, actuó en todo momento conforme a las indicaciones del técnico; por esa razón, no se han practicado diligencias en su contra. El feto tenía entre 16 y 20 semanas de gestación.

Ante estos hechos, la gerencia de Gestión de Servicios para la Salud y Seguridad en Canarias (GSC), organismo del que depende el SUC, asegura haber puesto a disposición de la Policía la información disponible y retirado de su puesto al técnico responsable.

A través de un comunicado rechazan su actuación que no corresponden, dice, al proceder del organismo. “No refleja en absoluto nuestra vocación de servicio público, como se ha demostrado en los 24 años que lleva atendiendo las emergencias sanitarias de la población canaria”, aclaran.

La madre, después de ser atendida finalmente cuando unos vecinos de la zona la encontraron en la calle con el feto entro sus brazos, ha sido dada de alta y se encuentra en buen estado de salud.