Un testigo sitúa al padre de Asunta fuera de su casa el día del asesinato

Más de tres meses después, la instrucción del «caso Asunta» sigue deparando alguna sorpresa inesperada. El juez instructor ahora sospecha que el día del crimen, Rosario Porto y su hija jamás fueron a casa después de comer en la de su padre. Cree que acudieron a un lugar diferente, todavía oculto. Desde allí Rosario habría ido a por el Mercedes, mientras que Alfonso Basterra bajaba a la calle con la niña. La nueva teoría nace de un nuevo testigo. Esta persona asegura que vio a Basterra con Asunta en una esquina de la calle Doctor Teixeiro. Para acreditar la versión, habla de un comercio donde compró calzado. La tienda esa tarde sólo hizo esa venta y el tiquet marca las 18:22.

Cuestión de minutos

Si la máquina registradora está cuadrada con la hora real, el testimonio no valdría un céntimo de euro, porque a las 18:22, el coche de Rosario Porto, con su hija sentada en el asiento del copiloto, ya estaba de camino a la finca de Teo. Pero si la máquina iba con unos cuantos minutos de adelanto cabe la posibilidad de que el testimonio tenga peso. Sería la primera vez que alguien situara a Alfonso Basterra fuera de su propio domicilio el día en que Asunta fue asesinada, ya que hasta ahora ninguna cámara de seguridad lo había grabado.

En medio de estas nuevas pesquisas, Ramiro, el dueño del semen que se detectó en la camiseta de Asunta, ha vuelto a cobrar protagonismo. Fuentes cercanas a Vázquez Taín anuncian que le va a retirar la imputación próximamente. Algo de lo que está convencido su nuevo abogado, Alberto Martín. El letrado se mostró así de contundente cuando habló con los medios de comunicación: «Mi cliente ha demostrado que estaba en Madrid en la fecha del crimen. De eso no hay ninguna duda. Todo es un terrible error». Por su parte, José Luis Gutiérrez Aranguren no lo tiene tan claro: «La gente de su entorno no da explicaciones que sean convincentes sobre horarios, fechas y demás. El dato objetivo es que su semen está ahí y que los biólogos de la Guardia Civil dicen que no ha habido contaminación».

En este batiburrillo de novedades, los servicios jurídicos de la Dirección General de La Guardia Civil de Madrid están estudiando presentarse como institución y querellarse contra el letrado de Rosario Porto por las manifestaciones en las que éste habla de una «mano negra». El letrado, por su parte, se defiende y anuncia la posibilidad de una contraquerella: «Me han llamado cientos de compañeros de profesión para ofrecerme su apoyo. Me dicen que les parece inconcebible esa forma de presión sobre la defensa en un caso tan grave. Buscaré un despacho que me defienda, porque no van a distraerme de la defensa de Rosario Porto». De momento se desconoce el contenido de la anunciada querella de la Benemérita, pero probablemente se presentará en los próximos días.

Y mientras todo esto acontece, el juez instructor, Vázquez Taín, que ha concedido dos entrevistas a la televisión durante la instrucción, una incluso emitida cuando el secreto de sumario estaba vigente, ha denunciado en un juzgado de instrucción de Santiago las filtraciones a la Prensa.