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Coche sin conductor: ponga destino

Un C4 Picasso con tecnología de conducción autónoma recorre media España en carretera abierta. Utiliza seis radares, varios escáneres y cámaras digitales

Coche sin conductor: ponga destino
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Un C4 Picasso con tecnología de conducción autónoma recorre media España en carretera abierta. Utiliza seis radares, varios escáneres y cámaras digitales

Sin intervención del conductor, un C4 Picasso de serie equipado con la nueva tecnología para conducción autónoma, desarrollada por el consorcio automovilístico francés PSA Peugeot Citröen, ha demostrado ser capaz de cubrir cualquier recorrido sin necesitar, en ningún momento, la intervención del conductor.

Ha recorrido más de 5.000 kilómetros de la red de autopistas y autovías francesas y, gracias a un permiso especial concedido por la DGT, el nuevo reto de este grupo automovilístico era el de unir sus factorías de Vigo y Villaverde; un viaje de casi 600 kilómetros que, como era de esperar y gracias a la precisa efectividad del sistema, fueron cubiertos con absoluto éxito.

PSA ha sido el primer fabricante que se ha atrevido a enfrentarse al nada desdeñable reto de circular en modo autónomo (sin intervención del conductor) y en carretera abierta en España. La tecnología que utiliza este prototipo para moverse en el tránsito es la que permite gestionar electrónicamente toda la información que recogen el sistema de navegación por satélite GPS, los seis radares, los varios escáneres por láser, más las dos cámaras digitales que retransmiten de todo lo que sucede, en tiempo real, a su alrededor. Además, el GPS informa de las condiciones, fluidez y señalización, y ello le permite adaptarse en todo momento a la velocidad máxima permitida o a la que sea conveniente por el estado del tránsito en cualquier trayecto. Toda esta información, cuya recepción se anticipa en la centralita de guiado, una vez gestionada también le permite, si procede, adelantar a otros automóviles, detenerse en caso de retención o evitar obstáculos imprevistos. Todo ello sin ninguna programación previa del recorrido, siendo el vehículo el que improvisa y se adapta a las circunstancias de circulación, mientras que el conductor se limita a introducir el destino final. Parece ciencia ficción, pero no lo es.

Este completo procesamiento de datos e información requiere de una especial atención y cuidado de las infraestructuras: pintura de las líneas de señalización en el asfalto, señales de tráfico en perfecto estado y máxima cobertura GPS, detalles todos éstos que aún no se dan en toda la red de vías y carreteras, al menos, en la mayoría de países europeos.

Asimismo, la legislación vigente en lo que se refiere a circulación de vehículos deberá adaptarse a estos nuevos sistemas, pero lo cierto es que los objetivos, por no decir las ventajas, pueden ser muchos menos: desde menor siniestralidad por error humano hasta un nuevo concepto de movilidad en el que el placer de conducir pueda ser una opción y no una obligación

PSA, incluso, ya ha puesto fechas a su proyecto de coche autónomo. En 2018 se venderán ya los primeros modelos de las marcas Peugeot, Citroën y DS «autónomos», aunque con presencia e intervención del conductor en según qué casos. Será muy posible que en 2020 este grupo automovilístico ya pueda ofrecer al público modelos totalmente autónomos, un plazo teórico pero posible sí, como LA RAZÓN ha podido comprobar, la funcionalidad del sistema autónomo de conducción se adapta a las nuevas autopistas, autovías, calles o incluso carreteras secundarias.

En España, los vehículos de conducción automatizada disponen desde la semana pasada de un marco normativo que permite circular por las vías mientras realizan pruebas o ensayos de investigación. La DGT ha publicado una instrucción en la que recoge con detalle los requisitos necesarios para solicitar las pruebas y establece una clasificación de estos vehículos según su grado de automatización.

Cada vez son más numerosas las peticiones de los centros de investigación y universidades que se dedican a realizar estudios sobre la automoción y la movilidad, de ahí que la DGT haya decidido establecer una regulación específica para este tipo de casos, aunque el Reglamento General de Vehículos permitía que pudiera hacerse de manera general, explicó un portavoz de la DGT.

Según la nueva instrucción, podrán solicitar la autorización para hacer las pruebas en las vías abiertas al tráfico los fabricantes de vehículos autónomos, sus carroceros y los laboratorios oficiales, así como los fabricantes o instaladores de la tecnología que permita al coche la plena autonomía, universidades y consorcios. Las pruebas se podrán hacer en toda España, aunque Tráfico determinará los tramos de vías urbanas e interurbanas por las que el vehículo está autorizado a circular. Las autorizaciones tendrán una validez para un plazo máximo de dos años, aunque se podrán prorrogar.

Según la DGT, con esta iniciativa «España se sitúa entre los primeros países que apuestan por este tipo de tecnología definiendo un marco de pruebas estable que pueda permitir, fomentar y atraer ensayos que mejoren la movilidad y la hagan más segura y sostenible».

Tecnología para reducir siniestros

- 600 kilómetros sin tocar el volante

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró ayer que «la conducción autónoma será una realidad antes de lo que pensamos», tras recibir en Madrid el primer coche autónomo. El vehículo llegó tras una jornada de conducción de 600 kilómetros desde la fábrica de Vigo hasta la planta de Villaverde. El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo también recorrió un tramo del viaje. La nueva tecnología permitirá reducir los siniestros y la contaminación, así como las congestiones de tráfico.