Medio Ambiente
Unas 500 especies de peces cambian de sexo. ¿Cómo lo hacen?
Los peces de cabeza azul logran hacer el cambio en entre 10 y 21 días
Aunque muchos siguen dando por sentado que el sexo de un animal se establece al nacer y que éste no cambia, lo cierto es que hay alrededor de 500 especies de peces que cambian de sexo en la edad adulta. Ya se sabía que lo hacían, pero el cómo había sido un misterio hasta ahora.
Un estudio dirigido por investigadores de Nueva Zelanda ha permitido desvelar la reversión completa. “Durante años he estado analizado el comportamiento del pez lábrido de cabeza azul porque el cambio de sexo es muy rápido: se desencadena por una señal visual”, afirma Jenny Graves, Premio de Ciencia del Primer Ministro 2007. “Cómo el sexo puede revertirse tan espectacularmente ha sido un misterio durante décadas. Los genes no han cambiado, por lo que deben ser las señales que los activan”, añade la científica en el estudio publicado hoy en “Science Advances”.
La transformación habla por sí sola: los peces cabezas azules que viven en grupos en los arrecifes de coral del Caribes, viven con un grupo de peces hembras que son amarillas. Si se extrae el macho, la hembra más grande se transforma en macho en un período de entre diez y 21 días. Así, ella cambia su comportamiento en minutos, su color en horas. Su ovario se convierte en testículo y en diez días ya está produciendo esperma. De hecho, la mayoría de los peces de cabeza azul comienza su vida como mujeres, pero pueden cambiar de sexo más tarde para convertirse en hombres.
Para descubrir cuándo y cómo se activan genes específicos en el cerebro y la gónada que pueda permitir que se produzca este cambio de sexo, los científicos utilizaron la secuenciación de ARN de alto rendimiento y análisis epigenéticos. "Descubrimos que el cambio de sexo implica un ''recableado'' genético completo de la gónada", dijo la doctora Erica Todd, de la Universidad de Otago, y autora principal del estudio "Los genes necesarios para mantener el ovario primero se desactivan -explica-, y luego se activa constantemente una nueva vía genética para promover la formación de testículos".
"Comprender cómo los peces pueden cambiar el sexo puede decirnos más acerca de cómo interactúan las redes complejas de genes para determinar y mantener el sexo, no solo en peces sino en animales vertebrados en general", añade.
La velocidad "notable"a la que los ovarios de una cabeza azul pueden transformarse en nuevos testículos también abre la posibilidad de aplicaciones en ingeniería de tejidos y órganos, con beneficios potenciales para la ciencia médica. Además, comprender el cambio de sexo a nivel genético también puede tener beneficios para las industrias acuícolas, ya que alrededor de 500 especies de peces, incluidas muchas de valor comercial, como el icónico bacalao azul de Nueva Zelanda, también pueden cambiar de sexo.
El coautor principal Oscar Ortega-Recalde, también de la Universidad de Otago, aseguró que la sorprendente transformación también parece posible a través de cambios en la "memoria"celular. "Los marcadores químicos en el ADN controlan la expresión génica y ayudan a las células a recordar su función específica en el cuerpo. Nuestro estudio es importante porque muestra que el cambio de sexo implica cambios profundos en estas marcas químicas", añade
La velocidad “notable” a la que los ovarios de una cabeza azul pueden transformarse en nuevos testículos también abre la posibilidad de aplicaciones en ingeniería de tejidos y órganos, con beneficios potenciales para la ciencia médica.
Además, comprender el cambio de sexo a nivel genético también puede tener beneficios para las industrias acuícolas, ya que alrededor de 500 especies de peces, incluidas muchas de valor comercial, como el icónico bacalao azul de Nueva Zelanda, también pueden cambiar de sexo.
Pero no se da únicamente en peces. “Comprender cómo los peces pueden cambiar el sexo puede decirnos más acerca de cómo interactúan las redes complejas de genes para determinar y mantener el sexo, no solo en peces, sino en animales vertebrados en general”, afirma Todd. En este sentido, Graves explicó que este estudio se puede vincular con estudios sobre la reversión del sexo en lagartos de dragón australianos: "Con los lagartos dragón, el desencadenante del cambio de sexo es la temperatura, que anula los genes en los cromosomas sexuales masculinos y hace que los embriones se desarrollen como hembras". "La inversión sexual en los dragones y la brecha involucran algunos de los mismos genes, así que creo que estamos ante un antiguo sistema para el control ambiental de la actividad genética", añadió.
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