Uno de cada nueve cristianos son perseguidos

Más de 4.300 fueron asesinados por su fe Corea del Norte, Afganistán y Somalia encabezan la Lista Mundial de la Persecución que elabora la ONG Puertas Abiertas.

David Taufik trabajaba como abogado penalista en su ciudad, Menia, situada al sur de El Cairo. Pese a que vivía junto a su familia y tenía un buen trabajo, la vida para ellos no era fácil. Los tenían señalados e identificados solo por abrazar una religión distinta al Islam. «Los coptos en Egipto somos ciudadanos de segunda», comenta David tras relatar cómo el imán desde la mezquita prohíbe a los musulmanres relacionarse con cristianos, comprar en sus negocios o, simplemente, «decirnos hola». «Incluso en las ofertas de trabajo se nos pide que nos abstengamos de presentarnos». Él, al principio, se resistía a abandonar la ciudad que le vio nacer, hasta que sufrió en primera persona el terrorismo islamista. Incendiaron su despacho y «ahí dije basta». Lo cuenta desde Madrid, donde se exilió y comenzó una vida de cero. Al acordarse de la familia y amigos que dejó atrás le cuesta mantener la entereza, no solo porque los echa en falta, sino por el peligro al que están expuestos: «No tienen miedo aunque la situación es cada vez más difícil. Les amenazan pero siguen yendo a la Iglesia. No les importa morir».

La de David es solo una de las miles de historias de cristianos perseguidos. Según las estimaciones dePuertas Abiertas, en 2018 fueron cerca de 245 millones en los 50 países que integran la Lista Mundial de la Persecución que elabora anualmente esta organización. El director de Puertas Abiertas en España, Ted Blake, alertó ayer «que la persecución va en aumento», pues los cristianos que la sufren pasaron de 215 millones en 2017 a los 245 en 2018.

El informe revela que un total de 73 países del mundo alcanzaron en 2018 niveles de persecución «altos, muy altos o extremos». La lista de los 50 primeros está encabezada por Corea del Norte, Afganistán y Somalia, que siguen copando los tres primeros puestos, que ya ocupaban el año anterior. A continuación, se encuentran Nigeria, Irak (la única que sale de la lista roja de persecución extrema con respecto al año anterior), Maldivas, Arabia Saudí, Egipto, Uzbekistán, Myanmar, Laos, Vietnam, República Centroafricana, Argelia, Turkmenistán, Mali, Mauritania, Turquía y China.

Los cristianos asesinados también crecieron en 2018. Puertas Abiertas puso de relieve que un total de 4.305 personas murieron por su fe, un 40,4% más que en 2017. El 80% se registraron en Nigeria. Y, aunque Blake reconoció que la principal causa de esta persecución es el islamismo radical, también hay que tener en cuenta «la paranoia dictatorial», com ocurre en China.

Los autores del informe también observan un «alarmante aumento» en el número de iglesias atacadas, que ha pasado de 783 en 2017 a 1.847 en 2018. Este apartado de violencia contra templos también lo encabeza Nigeria, con 569 iglesias atacadas, seguido de China, con 171 y Myanmar, con 100. Estos números, según precisa Puertas Abiertas deben considerarse como «mínimos». Además, de los datos se desprende que un total de 3.150 cristianos fueron detenidos, procesados y encarcelados por su fe.