Sucesos

«Volveremos cuando repatríen los cuerpos»

La ambulancia que trasladó los cadáveres de José Antonio Martínez y Gustavo Virués
La ambulancia que trasladó los cadáveres de José Antonio Martínez y Gustavo Viruéslarazon

Compañeros de los fallecidos arropan a las familias en Marruecos

Uarzazate vive estos días momentos de gran tristeza, pero también de solidaridad. Las familias de los dos fallecidos, José Antonio Martínez y Gustavo Virués, se encontraban ayer en la ciudad marroquí para llevar a cabo el reconocimiento de los cuerpos. «En Uarzazate no hay medios para poderles hacer la autopsia, por eso, enviarán los cadáveres a Marrakech», explicaba ayer a LA RAZÓN Juliette, miembro del Grupo Espeleológico Ilíberis, que formaba parte de la expedición accidentada. El único superviviente, Juan Bolívar, regresó ayer a Madrid, pero su padre y su hermano, Juan y Diego, permanecieron en Uarzazate, así como el resto del grupo que emprendió la fatal excursión al Atlas marroquí. En total, alrededor de nueve personas. «Aún no hemos decidido cuándo regresaremos a España. Posiblemente, no lo haremos hasta que se repatríen los cadáveres», asegura Julliette. Y es que, una vez finalizadas las pesquisas de la Gendarmería y los interrogatorios, es hora de mostrar «solidaridad con las familias» que han perdido a sus seres queridos.

Sobre este punto, el Gobierno español «está haciendo todos los trabajos» para que la repatriación de ambos cadáveres se lleve a cabo «con la máxima agilidad», según afirmó ayer Antonio Sanz, delegado del Gobierno de Andalucía. De hecho, fuentes diplomáticas consultadas por Efe afirmaron que el Ministerio de Asuntos Exteriores, a través de la Embajada de Rabat, pidió a las autoridades locales que aceleren los trámites al máximo para realizar el traslado. No en vano, el cónsul de Casablanca y su adjunto en Uarzazate se encuentran estos días en Uarzazate. Al cierre de esta edición, la Gendarmería Real no descartaba que la repatriación se llevara a cabo en el día de ayer.

Quienes sí regresaron a España, y además con un enorme sentimiento de frustración, fue gran parte de la expedición formada por miembros de la Fundación Andaluza de Espeleología. En el mismo momento en el que las autoridades marroquíes mantuvieron contacto visual con los espeleólogos, se desplazaron a Uarzazate. La Federación consideraba que su ayuda era indispensable, pues consideraban que las autoridades marroquíes no contaban con el material necesario para acometer el rescate. ¿La respuesta de la Gendarmería? «Alójense en un hotel». «Nos sentimos impotentes e indignados», explicaba ayer a este diario José Enrique Sánchez, secretario de la Federación, que estuvo realizando los trámites necesarios para el regreso del equipo. Llevaban 1.000 metros de cuerdas, mosquetones, sistemas de anclaje... Hasta tres veces ofrecieron su ayuda a las autoridades marroquíes. Sin embargo, todo el esfuerzo fue en balde.