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El increíble 'efecto Apple': cómo una presentación de iPhone provocó colas interminables y la masificación de un pueblo italiano

Lo que empezó como una imagen en una keynote de Apple ha convertido Seceda en un destino turístico desbordado y casi irreconocible.

Foto mostrada en la presentación del iPhone 15 Apple

Las Dolomitas siempre han sido un paraíso para quienes buscan montaña, naturaleza y un poco de silencio. Pero hay una zona, en concreto, que ha pasado de ser un rincón tranquilo a convertirse en un hervidero de turistas: Seceda. Lo que pocos saben es que detrás de este cambio hay una historia que conecta directamente con Apple.

Sí, Apple. Y no porque haya abierto una tienda allí, sino por algo mucho más sutil y poderoso: sus campañas. Durante años, Apple ha mostrado imágenes espectaculares de sus productos —iPhone, iPad, MacBook— con las montañas de Seceda como telón de fondo. Eso ha provocado una especie de turismo viral que ha cambiado por completo la vida en este pequeño pueblo italiano.

La avalancha de visitantes ha sido tan exagerada que las propias autoridades locales pensaron que algunas imágenes eran falsas. Pero no lo eran. El marketing global de Apple, sin quererlo, ha transformado una joya escondida en un fenómeno masivo que pone a prueba la paciencia de los vecinos y la sostenibilidad del entorno.

Una simple fotografía que ha desatado el turismo en las montañas de Italia

Colas en Las DolomitasApple

Detrás de esta masificación sin control hay una causa muy concreta. Christina Demetz, directora de marketing del consorcio turístico Dolomites Val Gardena, lo tiene claro: todo empezó con dos eventos de Apple. En esas presentaciones globales, la compañía mostró al mundo imágenes de las montañas Odle —parte de los Dolomitas y perfectamente visibles desde Seceda— para lucir sus nuevos productos, como el iPhone o el iPad.

La presentación a la que hace referencia Christina Demetz no es cualquier evento: fue la del iPhone 15. En ella, Apple mostró al mundo de lo que era capaz su cámara de 48 megapíxeles con una imagen a pantalla completa de Seceda, ese pico impresionante del Grupo Odle que se alza sobre Val Gardena. Se llegó a rumorear que la foto podía haberla hecho el mismísimo Tim Cook durante su visita al Tirol del Sur.

Quizá en ese momento, ni Apple imaginaba el impacto de mostrar esa imagen al mundo. Pero lo cierto es que, tras ese guiño involuntario a Seceda, Instagram hizo el resto. La foto se viralizó, y con ella, el lugar. Lo que antes era un rincón de montaña para disfrutar con calma se convirtió en el nuevo objetivo de los “visitantes de Instagram”: gente que viaja miles de kilómetros solo para conseguir esa foto, la sube… y se va.

Demetz lo dice sin rodeos: este tipo de turista, movido por una foto bonita en redes, no entiende la montaña. No conoce sus normas, su cultura, ni respeta el entorno. El resultado es una presión brutal sobre la infraestructura y un ecosistema que no da más de sí. Este fenómeno ha dejado algo claro: el poder global de una marca como Apple puede tener consecuencias inesperadas.