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‘Fan token’: la estrategia de los clubes deportivos para aumentar ingresos y ‘engagement’

La ‘tokenización’ de la economía es una realidad que empieza a abarcar muchos ámbitos, entre ellos el deporte

‘Fan token’: la estrategia de los clubes deportivos para aumentar ingresos y ‘engagement’
‘Fan token’: la estrategia de los clubes deportivos para aumentar ingresos y ‘engagement’Biel AliñoAgencia EFE

La tokenización de la economía es una realidad que empieza a abarcar muchos ámbitos, entre ellos el deporte, donde muchos clubes deportivos han empezado a utilizar fan token para aumentar sus ingresos y el engagement con sus aficionados.

Estos token son criptoactivos, aunque a diferencia de las criptomonedas, necesitan usar las redes de blockchain de un tercero. Ya hace años que los equipos españoles cuentan con ellos, pero volvieron a saltar a la fama hace unos días al conocerse que formaban parte del paquete de bienvenida del futbolista Leo Messi en el PSG.

El fichaje hizo que el precio del fan token de este club se disparase, llegando a alcanzar los 58,41 dólares (34,51 euros) el pasado 10 de agosto, aunque se ha desinflado posteriormente y a fecha de este viernes cotizaba en el entorno de los 35 dólares (20,78 euros). La compañía detrás del token del PSG y de otros equipos como el Atlético de Madrid, la Juventus o el FC Barcelona es la plataforma de blockchain Socios.com. No obstante, estos activos no se reducen al mundo del fútbol, sino que también están presentes en otros deportes como la Fórmula 1 y el baloncesto.

“Los fan token son una herramienta muy poderosa de engagement o fidelización, porque permiten a las organizaciones deportivas reforzar el vínculo con sus aficionados, especialmente con aquellos que no residen en la ciudad y que hasta ahora tenían muy pocas oportunidades de interactuar de forma directa con los clubes”, ha explicado en declaraciones a Europa Press el fundador y consejero delegado de Socios.com, Alexandre Dreyfus.

Dreyfus los considera también “una poderosa herramienta de monetización”, algo que cree “esencial” para la industria deportiva en un momento en el que las fuentes de ingresos más tradicionales, como las vinculadas a los días de partido, han desaparecido o se han visto muy limitadas debido a la pandemia. Esta fuente de ingresos, que no existía hace unos años, ha permitido generar 200 millones de beneficios entre los partners de Socios.com, obtenidos gracias a la venta de esos token, según asegura el consejero delegado de la compañía.

Actualmente, Socios.com trabaja con más de 50 organizaciones deportivas de casi una veintena de países, en ocho modalidades deportivas y de los que 35 han lanzado su fan token a través de su app. Esperan alcanzar el centenar de partners a finales de año y que entre 70 y 80 de estos tenga un fan token oficial.

“Poseer un fan token de un equipo da acceso a una amplia gama de ventajas exclusivas, como poder participar activamente en determinadas decisiones votando en encuestas lanzadas a través de nuestra app, acceder a descuentos y promociones exclusivas u optar a ganar premios y recompensas únicas que van desde productos oficiales del equipo hasta experiencias VIP que incluyen la posibilidad de disputar un partido de ensueño en el estadio”, ha señalado Dreyfus.

La utilidad del token es la misma para todos los equipos que trabajan con Socios.com, lo que varía son las votaciones y recompensas que cada organización lanza. Por ejemplo, el Apollon FC de Chipre permitió a sus fans elegir la alineación inicial del equipo para un partido amistoso, y la Juventus, elegir la canción a cantar cuando se marcaba un gol.

¿Cómo se crea uno?

Cuando un club quiere tener su propio fan token, el primer paso a seguir es lanzar una fan token offering (FTO) en el que se ponen a la venta un número limitado de fan token a un precio fijo que se acuerda entre la organización partner y Socios.com y que normalmente fluctúa entre uno y dos euros. Una vez se agotan estos, se cierra la venta y a los pocos días, se reabre con un precio marcado por la oferta y la demanda del activo, según ha explicado Dreyfus.