Energía
El gemelo terrestre de la kriptonita clave para las baterías del futuro
Su existencia es tan rara que “los criterios parecen ser tan precisos que aún no los hemos visto replicados en ningún otro lugar de la Tierra”, explican los autores de un estudio.
Han pasado casi 20 años desde que se estrenó Superman Returns y la ciencia le da la razón. Al menos en uno de los apartados. En la película, el archienemigo del superhéroe, Lex Luthor, roba un fragmento de roca de kriptonita del Museo Metrópolis. Y en la caja se puede leer la fórmula: hidróxido de silicato de boro, litio y sodio con flúor. Lo extraño es que esta fórmula es casi calcada a la de la jadarita (hidróxido de silicato de boro y litio y sodio) un mineral descubierto a principios del siglo XXI y que ha recibido su nombre en honor a la región de Serbia.
De acuerdo con Chris Stanley, experto en minerales del Museo Natural de Historia de Londres, “el nuevo mineral no contiene flúor y es blanco en lugar de verde, pero en todos los demás aspectos su composición química coincide con la de la roca que contiene kriptonita”.
Lo interesante es que este gemelo terrestre de la kriptonita podría utilizarse como fuente de litio, que se utiliza en baterías, o en el compuesto de limpieza borato o bórax. Lo que hace a la jadarita verdaderamente fascinante es su alto contenido de litio y su potencial para abastecer hasta el 90 % de la demanda de litio de los vehículos eléctricos europeos.
Identificada por primera vez en 2004 en la cuenca de Jadar, en Serbia, por la corporación minera Rio Tinto, la jadarita contiene altas concentraciones de litio y boro, dos elementos relativamente raros y críticos para la industria. El boro se utiliza ampliamente en fertilizantes, vidrio resistente al calor para teléfonos inteligentes y en la fabricación de paneles solares y materiales para turbinas eólicas.
El litio, por su parte, es un componente esencial de las baterías recargables de iones de litio que alimentan vehículos eléctricos y dispositivos electrónicos portátiles. De este modo, la cuenca de Jadar, en Serbia, podría suponer un punto de inflexión para los objetivos de energía verde del continente, de acuerdo con un estudio publicado en Nature.
La formación de jadarita es extremadamente rara, y requiere una alquimia precisa de lagos ricos en alcalinos, vidrio volcánico cargado de litio y la transformación de arcilla en cristal en condiciones estrictamente controladas.
“Al igual que al hornear un pastel, todo debe ser medido y preciso para que se forme este raro mineral. Por ejemplo, si los ingredientes minerales no son los adecuados, si las condiciones son demasiado ácidas o frías, la jadarita no se formará -, explica Francesco Putzolu, líder del estudio, en un comunicado -. Los criterios parecen ser tan precisos que aún no los hemos visto replicados en ningún otro lugar de la Tierra”.
Debido a su bajo potencial de extracción energética en comparación con fuentes tradicionales de litio como la espodumena, la jadarita podría ser un punto de inflexión en el impulso europeo hacia las energías renovables, si se logran encontrar más depósitos o recrear las condiciones en un laboratorio.
“A medida que la demanda de litio continúa en la carrera hacia las energías renovables, si se extrae, la jadarita puede ofrecer un enorme potencial - añade Robin Armstrong, coautor del estudio -. Este proceso nos acerca a la identificación de otros posibles depósitos al desentrañar las condiciones de formación en el laboratorio”.