Ciencia y Tecnología
Nostalgia por el «retro» en la Jalisco Campus Party
Junto a los drones o la realidad virtual, el estand de «Videos retro» es uno de los más concurridos
Las últimas tendencias en tecnología se hacen visibles en la Jalisco Campus Party, que celebra la mexicana ciudad de Guadalajara, pero no todo son novedades: los videojuegos y robots «retro» se hacen un hueco para ofrecer a los asistentes un guiño de nostalgia.
En los pasillos de la Expo Guadalajara, convertida estos días en un punto de encuentro para jóvenes talentos, se puede ver a asistentes haciendo filas para probar durante unos minutos juegos de realidad virtual o para contemplar carreras de drones, pero al mismo tiempo, el estand de «Videos retro» es uno de los más concurridos.
Las vitrinas con juegos y consolas antiguas son miradas con curiosidad por algunos de los visitantes, mientras que en uno de los extremos del lugar, otros juegan con consolas antiguas de Atari, Super Nintendo o Sega Genesis.
«Lo que más se vende siempre es lo que todos jugaron en su infancia, que cambia dependiendo de las edades» de los compradores, dice a Efe Carlos Layzeca, cofundador de la tienda y conocido en el medio de la compraventa de videojuegos como Casper.
Muchos de los nuevos jugadores están «viendo hacia atrás», y una razón de ello, considera, es que, con los videojuegos clásicos, la licencia se queda con el comprador físicamente, dado que está grabada en un chip.
Casper explica que hoy en día, si por ejemplo ocurre un conflicto entre el desarrollador y el distribuidor, estos pueden borrar el videojuego del canal sin dejar rastro, por lo que «todo el mundo pierde ese juego»; esto algo que no puede llegar a pasar con los retro.
Uno de los encantos del estand es un kiosco de Game Boy como el que Nintendo ofrecía a las tiendas departamentales para promocionar su producto: «Tiene una definición preciosa, para mí es una de las piezas invaluables porque no salió a la venta al público», argumenta Casper.
A pocos metros de allí se encuentra una pequeña exposición de robots ochenteros organizada por la Dirección General de Divulgación de la Ciencia (DGDC) de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Raúl Castillo, ingeniero en electrónica y comunicaciones, señala que los objetos expuestos son «el inicio de todo» lo novedoso que se puede contemplar en la Jalisco Campus Party.
Señala que, en los años 80, «casi todos los robots estaban enfocados en ser ‘robots meseros’», y ese es el motivo por el que la gran mayoría de los exhibidos sujeta pequeñas charolas.
A los visitantes, relata Raúl, les llama la atención que hubiera robots que funcionaran gracias a una cinta en la que estaban grabados los movimientos que tenían que realizar; cuando la cinta se agotaba, el usuario tenía que rebobinar la cinta «con un lapiz», como especificaban las instrucciones.
Por esto, el modelo Hearoid, nacido en mitad de la década, fue toda una revolución: «Se podía controlar completamente con la voz; para los ochenta, es algo muy avanzado», asegura.
La Jalisco Campus Party, que hoy cierra sus puertas tras cinco jornadas, congrega a 25.000 jóvenes, quienes participan en conferencias, talleres y otras actividades que suman un total de 1.500 horas de contenido. EFE
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