Siete de cada diez nos ven esclavos y adictos al móvil

El año 2007 supuso una verdadera revolución en el campo de la tecnología. En aquel tiempo, la mundialmente conocida empresa Apple presentaba el primer smartphone de la historia: el iPhone. Pese a que, anteriormente, existieron otros dispositivos que podrían considerarse teléfonos inteligentes –como el pdQ 1900 de Qualcomm– aquel iPhone es el vivo reflejo de los smartphones que poseemos hoy en día. Un año más tarde, en 2008, surgió Android y, con ello, nuevos teléfonos inteligentes muy diferentes al referente. Estos lanzamientos supusieron un avance en la forma de consumo de la tecnología móvil. Nació la capacidad de visualizar vídeos en línea, de escuchar música, de tomar fotografías y vídeos de alta calidad y otras muchas funciones adicionales que incrementaron el número de horas al frente de las pequeñas pantallas. Finalmente, la sociedad ha convertido a los smartphones en dueños de sus propias vidas y ha permitido que nos convirtamos en dependientes de la tecnología. Un 70,5% de los españoles afirma que somos esclavos de los teléfonos móviles, siendo los jóvenes de entre 18 y 34 años quienes lo hacen con mayor rotundidad (85,7%). El 72,5% de los encuestados cree que también existe una clara adicción a este tipo de dispositivos electrónicos. La publicación de todo tipo de fotografías y vídeos en las redes sociales ha supuesto que un 58,9% de los ciudadanos piense que el incontrolado uso del móvil está deteriorando el derecho a la intimidad de las personas. Por otro lado, hay quienes valoran el uso de estos aparatos por parte de los niños y de los adolescentes y un 85,4% sostiene que el acceso a ellos produce en ellos un efecto realmente contraproducente.