Ciencia y Tecnología
Vera, tu nueva jefa de recursos humanos
Se trata de un androide diseñado con inteligencia artificial por dos expertos en recursos humanos de Rusia. Ya está colaborando con más de 300 empresas en selección de personal estuviéramos viendo una hormiga con tamaño de dinosaurio.
Se trata de un androide diseñado con inteligencia artificial por dos expertos en recursos humanos de Rusia. Ya está colaborando con más de 300 empresas en selección de personal estuviéramos viendo una hormiga con tamaño de dinosaurio.
El test de Turing es como un mantra, un cáliz de oro, en el universo de la Inteligencia Artificial (IA), la informática y la robótica. Básicamente, evalúa si un humano se daría cuenta de si está hablando con una máquina. Pero, ¿cómo se llama al test que evalúa si una máquina se da cuenta de que está hablando con un humano? A partir de ahora puede que la respuesta sea Vera.
Este robot, en verdad un programa informático dotado de IA, ha sido creado hace poco tiempo por dos expertos en recursos humanos de San Petersburgo, Rusia: Vladimir Sveshnikov y Alexander Uraksin.
La semilla que convirtió a Vera en una realidad es común a nuestros tiempos: empleados que se cansan de realizar las mismas tareas repetitivas, día tras día, y que se sienten como robots. La diferencia es que Sveshnikov y Uraksin, hartos de realizar entrevistas por decenas, decidieron dejar de sentirse robots y crear uno que hiciera su trabajo. Y la idea se la vendieron a Ikea, Pepsi, L’Oreal y otras 300 empresas que ven cómo una sola «persona», Vera, puede entrevistar a siete candidatos por hora, todos los días de la semana para llegar a evaluar el perfil de 5.000 potenciales empleados en un mes. Y quedarse con los 10 más adecuados.
¿Cómo funciona?
Vera está conectada a todos los perfiles en cinco páginas web de búsqueda de trabajo. Descarta los candidatos que aparecen en más de un sitio y sólo envía una propuesta por persona. Una vez analizados los perfiles interesados en la oferta, Vera puede realizar en 30 días unas 40.000 llamadas telefónicas y enviar 37.000 correos electrónicos para conocer con mayor profundidad a los aspirantes. Entre ellos seleccionará a 100 que se verán las caras con este robot en una videoconferencia. Del centenar, Vera elegirá a una decena y es el responsable del área, un humano, quien decidirá al mejor candidato. Este proceso puede llevar el tiempo que la empresa decida y tener tantas etapas como se crea conveniente. Sólo basta describir las necesidades, qué requisitos reúne el mejor candidato y Vera irá en su busca.
¿Quién es?
Para desarrollar este robot, Sveshnikov y Uraksin crearon una startup llamada Strafory y allí nació Vera. La han programado con 13.000 millones de ejemplos lingüísticos a partir de series de televisión, Wikipedia, películas, etc. También han hecho un popurrí de reconocimiento de voz a partir de tecnología de Google, Amazon, Microsoft y el gigante ruso Yandex (la empresa tecnológica más grande del país). Todo esto le permite conversar de un modo bastante realista (por ahora en ruso e inglés).
En su página web es posible realizar una entrevista piloto. Al principio resulta un poco mecánico y muy extraño, casi como hablar con un... bueno, con un robot, que decidirá si pasa la criba hacia un empleo. El humor no es su fuerte y a menudo se queda unos instantes pensando hasta dar con la respuesta. Lo bueno es que, por ahora, no reconoce nuestras emociones, pero el equipo de Strafory la dotará con la capacidad para identificar placer, enfado y desi-lusión. Y todo ello por casi la mitad de lo que cuesta un proceso de selección. ¿Significa que esto es el final de los recursos humanos y el principio de los recursos robóticos? No, pero sí es el principio de un final. Los primeros pasos, como filtrar los candidatos, comunicarse con ellos y realizar una primera evaluación, sobre todo en ciertos puestos de trabajo, sí pueden ser realizados por alguien (o algo) como Vera. Más adelante en el proceso, dependerá de la empresa cómo quiere gestionar la selección.
Prepararse para Vera
Si ya existen numerosos protocolos a la hora de comenzar una entrevista de trabajo convencional (es decir, una con humanos), hacerlo con un robot, requiere unos prolegómenos diferentes. Para quienes tengan la oportunidad de conocer en persona robótica a Vera, estos son los pasos a seguir. Primero, la estrategia del humor no tiene sitio. Ninguno. No vale para mostrar creatividad ni para reducir la atención: Vera no lo entenderá y puede tomarlo de modo literal o hacer una mala evaluación. La clave entonces es ser muy concreto. Prepararse una «ayuda memoria», también conocido como chuleta, a la cual consultar en caso de duda. De cualquier modo ella no lo verá.
Es importante seleccionar las palabras que se vayan a emplear. Al tratarse de un sistema de reconocimiento de voz, no se deja influir por la indumentaria, el perfume o las bromas, sino por el vocabulario. Hablar de liderazgo, profesionalidad, creatividad, compromiso, responsabilidad, trabajo en equipo... adjetivos positivos que nos definan. Y hacerlo en varias ocasiones, ya que Vera se quedará con una síntesis de nuestro discurso. Es similar a un buscador que seleccionará las páginas según ciertas palabras claves. Y nosotros buscamos estar entre los primeros resultados si nos entrevista.
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