Xiaomi M1 Mix 2, más que otro móvil chino

LA RAZÓN «destripa» este nuevo smartphone para detectar sus puntos fuertes y débiles.

Ya lo decíamos en un reportaje anterior: hay móviles que no son un cuento chino. Es decir, el «made in China», en muchos productos, comienza a ser sinónimo de calidad. Hemos tenido la oportunidad de evaluar uno de ellos, el Xiaomi Mi MIX 2. Y, aunque no hemos podido desarmarlo, sí lo hemos «destripado» a placer. A continuación, bloque a bloque, lo bueno, lo malo, lo bello y lo feo de este smartphone.

Cristal y cerámica

Siguiendo la norma de otros fabricantes, Xiaomi se ha decantado por un dispositivo de cristal, aluminio y cerámica. Tiene un peso equilibrado que facilita su manejo y un tamaño que a simple vista parece exceder las seis pulgadas, pero es obra del excelente aprovechamiento de la pantalla, que ocupa más de un 80% del frontal. Es elegante y discreto en sus perfiles (quizá el Mix Designed By Xiaomi, en su parte trasera y con letras doradas es un poco excesivo). Tiene apariencia de resistencia sobrada y no viene mal ya que el cristal y el aluminio pueden ser un poco resbaladizos en este caso. Pero la realidad es que ya hay muy pocos teléfonos que no lleven funda o algún tipo de protección que elude esta posibilidad.

Vida extra

Aquí vamos con la apuesta más fuerte. El (casi) último procesador de Qualcomm, el Snapdragon 835 es muy eficaz en numerosos aspectos (decimos últimos porque una semana atrás se presentó el último, el Snapdragon 842). Ejemplo de esto es la batería: 3.400 mAh, pero la eficacia del microchip le da vida extra. Otro aspecto a destacar es que la temperatura del dispositivo nunca llega al nivel fiebre alta (rara vez sobrepasa los 37º). Acepta, y a veces parece que casi agradece, los desafíos gráficos de juegos sin importar cuánto tiempo estemos con ellos. Tiene 6 GB de RAM y hasta 256 de memoria. Ahora, cuando llegamos a utilizar la capa propia MIUI para sacarle partido a Android hay mucho que poner sobre la balanza. Xiaomi se ha esmerado para crear un tamiz para el sistema operativo que facilite la personalización y permita el uso de herramientas muy diferentes. Y lo consigue. En el otro lado, las apps que nos propone MIUI no se pueden desinstalar, ni siquiera ocultar. Interesante el uso del circulo flotante, bautizado «la bola»: la opción de acceso rápido para cinco acciones. En el lado negativo, MIUI no es muy intuitiva, a veces es difícil averiguar cómo «hacerla callar», léase anular las notificaciones. Pero vale la pena averiguar y «trastear» un poco con ella.