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¿Y si el viaje fuera el destino?
Estamos en el apogeo de la época de los desplazamientos para visitar a la familia, pero todo lo que podemos hacer, dentro del vehículo, gracias a la tecnología, excede lo que habitualmente pensamos
Estamos en el apogeo de la época de los desplazamientos para visitar a la familia, pero todo lo que podemos hacer, dentro del vehículo, gracias a la tecnología, excede lo que habitualmente pensamos
Este año, la DGT calcula unos 17 millones de desplazamientos por las fiestas. Son cientos de millones de kilómetros en carretera, lo que implica una enorme cantidad de horas al volante para conductores y de encierro para todos sus ocupantes. Afortunadamente los viajes de ahora ya no son como en el pasado y la velocidad ha reducido notablemente los tiempos y la tecnología ha hecho más llevaderas las horas a bordo. Pero no sólo eso. Los avances están provocando un cambio equivalente al que durante un tiempo se vivió con el «bitcoin» en la economía, sólo que en este caso tiene que ver con lo laboral. A nivel mundial, un 20% de los trabajadores realizan sus tareas desde el hogar (y con hogar léase café, bar, centro comercial, biblioteca o cualquier sitio con internet), según un estudio de Gallup. En el Reino Unido, la Oficina Nacional de Estadística señala que casi cuatro millones de personas pueden trabajar desde casa, mientras que en España, las cifras apenas rozan el 10%. Al igual que con el teletrabajo, ahora, también casi todo se puede hacer desde el coche.
Siempre al mando
Opel es la primera empresa de la industria que ha lanzado una red wifi para sus propietarios mediante el sistema OnStar. Si bien la conexión no es tan sencilla como saberse la clave (hay que realizar una configuración previa que inicialmente puede llevarnos unos 20 minutos), sí permite conectar hasta 7 dispositivos a la red con buena señal. Pero esa es probablemente la más superficial de sus características. El sistema también permite a sus usuarios alertar de un accidente, descargarse mapas, solicitar atención médica y controlar el vehículo a distancia (apertura y cierre de puertas por ejemplo). Ante una eventual emergencia, léase quedarse en la carretera por nieve, se puede localizar el vehículo y también configurarlo desde una central para rentabilizar la calefacción de acuerdo con la cantidad de combustible restante. ¿Qué sucederá cuando esto se extienda a autocaravanas? Imaginen por un segundo que el 10% de la población decide no vivir en un sitio y desplazarse continuamente mientras trabaja desde su «propia oficina». Las compañías de seguro (de vehículos y médicas) adaptarán sus productos, ya que la seguridad social española no cubre aquellos que estén más de dos años fuera de España. Y entonces, ¿dónde pagarán sus impuestos? ¿Es tan extraño pensar en esto?
Imprimir las piezas del automóvil
La empresa Divergent 3D ha hecho recientemente un contrato con los fabricantes de automóviles Peugeot y Citroën para que los propietarios de estos vehículos puedan imprimir, en 3D, las partes del coche dañadas o en mal estado, basta hacerse con una impresora decente (menos de mil euros) para tener una gran parte de los repuestos en horas mediante la descarga de un archivo CAD, otra razón más para que las aseguradoras adapten sus productos. Esta compañía incluso se ha atrevido a «construir en tres dimensiones» un coche, el Blade 3D aunque, por supuesto, sólo el chasis, porque el motor, los neumáticos o el sistema de frenos son convencionales.
Apps para todo
Lo primero es saber el precio del combustible. Para ello existe GasAll, una pionera en nuestro país en comparativas de gasolineras. Permite saber no sólo el precio, también los beneficios por promociones y hasta configurarlo para adaptar las notificaciones a la capacidad del depósito y/o del uso. ¿Qué ocurre si se estropea el vehículo? También hay aplicaciones para esto y, aunque, obviamente no resolverán el problema, sí ahorrarán tiempo y dinero. Torque, por ejemplo, permite que el smartphone se conecte directamente al centro de diagnóstico del vehículo (OBD) para recibir información del ordenador central (motor, filtros, ruedas, mantenimiento, etc.) agrega la posibilidad de grabar vídeos del viaje con superposición de los datos del OBD (kilómetros, velocidad, mapa, etc.) o usar el modo HUD (Head Up Display) para conducción nocturna. Toda esta información genera alarmas que permiten anticiparse a cualquier desperfecto y saber exactamente qué está ocurriendo, sin necesidad de rastrear el manual de usuario del vehículo. RepairPal es otra opción que funciona de modo colaborativo: allí aparecen los mejores talleres mecánicos, el precio estimado de la reparación y la opción directa de comunicarse con la aseguradora para planificar la visita al taller elegido. En el área de prevención de accidentes también existe iOnRoad, una app que vigila los vehículos alrededor del nuestro y alerta del tiempo de frenado según la distancia, la velocidad y las condiciones en carretera. Y, en caso de accidente, iWrecked es una aplicación que más vale no usar pero siempre es bueno tener, ya que se encarga automáticamente de todo lo que corresponde al seguro del coche (papeleo, daños, envío de informes médicos) y hasta de sugerir grúas en la cercanía.
Ruedas sin aire
Para conducir con seguridad en cualquier terreno y condición climática, está la opción de equiparnos con las ruedas Maxplo, de Kumho. Nieve, hielo, agua, lodo, carretera, su sofisticado dibujo se adapta a cualquier superficie de modo automático. Lo mejor de todo es que no tiene aire.debido a su diseño.
Pedir la comida desde el coche
A toda esta tecnología se le une la posibilidad de pagar directamente con el móvil, a través de aplicaciones nativas como Samsung Pay o Apple Pay y la geolocalización para recibir la compra o la comida encargada directamente por internet, viajar puede convertirse no sólo en un destino, también en un medio de vida. La tecnología está disponible, pero nosotros, ¿estamos preparados para ello?
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