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Rumbo a Austria

Bélgica duda de su participación en Eurovisión 2026

Durante la final de 2025 en Basilea la televisión pública neerlandófona, VRT, interrumpió la emisión cuando actuaba Israel

Primer ensayo de Bélgica en Eurovisión 2025 EBU

La participación de Bélgica en el Festival de Eurovisión siempre ha estado marcada por la pasión de sus seguidores y la calidad de sus propuestas. Sin embargo, tras la edición de 2025 celebrada en Basilea, el país se enfrenta a una encrucijada de cara a su futuro en el certamen, especialmente ante la inminente edición de 2026 en Austria. Las dudas sobre su continuidad, motivadas por la polémica en torno al sistema de votación y la percepción de politización del concurso, han puesto en entredicho la presencia belga en la próxima cita eurovisiva.

En la edición de 2025, Bélgica apostó por el talento de Red Sebastian, un joven cantante y compositor originario de Ostende, nacido en 1999. Bajo el nombre artístico de Red Sebastian, Seppe Guido Yvonne Herreman se presentó en Basilea con el tema "Strobe Lights", una canción que fusiona el pop electrónico con la esencia del rave, y que fue seleccionada tras imponerse en la preselección nacional Eurosong 2025. Red Sebastian se destacó desde su infancia por su pasión por la música, aprendiendo piano y canto, y participando en concursos televisivos desde los 14 años. Su carrera profesional despegó en 2019, explorando géneros como el pop electrónico y el soul, lo que se reflejó en su álbum debut "You". Su propuesta para Eurovisión 2025, "Strobe Lights", fue descrita como una experiencia sensorial e inmersiva, con referencias visuales y líricas que evocan el color rojo y el universo de "Alicia en el País de las Maravillas".

A pesar de las altas expectativas y de ser considerado uno de los favoritos para avanzar a la final, Bélgica vivió una amarga sorpresa en Basilea. Red Sebastian no logró clasificarse para la gran final, quedando eliminado en la primera semifinal celebrada el 13 de mayo de 2025. Su actuación, aunque aplaudida por la crítica y el público en eventos previos como la PrePartyES de Madrid, no consiguió el apoyo suficiente del televoto, factor determinante en esta fase del concurso. La ausencia de un jurado profesional en las semifinales, donde solo se contabilizó el televoto, fue señalada por muchos como una de las causas de la eliminación de Bélgica, así como de otros favoritos. Finalmente, el país no figuró en la clasificación final de la gran final, que coronó a Austria como ganadora con 436 puntos, seguida por Israel y Estonia.

La decepción por el resultado no fue el único motivo de debate en Bélgica. La televisión pública neerlandófona, VRT, expresó públicamente su preocupación por la falta de transparencia en el sistema de votación del festival. La cadena reclamó a la Unión Europea de Radiodifusión (UER) una revisión y mayor claridad en las reglas, advirtiendo que, de no obtener una respuesta satisfactoria, pondría en duda la participación belga en futuras ediciones, incluida la de 2026 en Austria. En un comunicado oficial, la portavoz de la VRT, Yasmine Van der Borght, subrayó que "sin una respuesta seria a nuestras preocupaciones sobre Eurovisión, ponemos en duda nuestra participación futura". La cadena denunció además que el festival se está alejando de su espíritu original de unidad y apoliticismo, y que la organización muestra poca disposición a entablar un debate profundo sobre estos temas.

La controversia no se limitó al sistema de votación. Durante la retransmisión de la final, la VRT interrumpió la emisión de la actuación de Israel, mostrando una pantalla en negro y acusando al país de violaciones de derechos humanos en Gaza. Esta acción, sumada a la entrega de los 12 puntos del televoto belga a Israel, generó un intenso debate sobre la politización del certamen y el papel de los medios públicos en la defensa de valores y derechos humanos. La VRT no ha sido la única en manifestar su malestar. Otras cadenas europeas, como la neerlandesa AVROTROS, también han puesto sobre la mesa la necesidad de preservar el carácter apolítico y unificador de Eurovisión, advirtiendo que la continuidad de su participación dependerá de las medidas que adopte la UER para garantizar la transparencia y la equidad en el concurso.

A día de hoy, la participación de Bélgica en Eurovisión 2026 en Austria sigue en el aire. Mientras la emisora valona RTBF ha mostrado una postura más favorable a la continuidad, la VRT mantiene su exigencia de reformas y transparencia como condición indispensable para seguir formando parte del certamen. La decisión final dependerá de las respuestas y acciones que adopte la UER en los próximos meses.