Estreno

Las «buenas» soldados de la familia Manson

AMC Crime estrena hoy a las 16:15 horas «Las mujeres de Manson», documental con el testimonio exclusivo de cuatro de ellas

Las mujeres de Manson.
Algunas de las jóvenes posan en el rancho SpahnAMC

«Yo pertenecí a la familia Manson», es la primera frase que se oye en el documental «Las mujeres de Manson», que hoy a las 16:15 horas estrena el canal AMC Crime. Ante la pantalla desfilarán varios escritores de libros sobre Charles Manson y los testimonios exclusivos de cuatro mujeres que fueron captadas para formar parte de su «familia». El documental ahonda en las mentes de las que sucumbieron al poder de Manson, para intentar explicar los asesinatos de 1969.

El documental traza una línea cronológica que nos lleva desde 1967 hasta 1970 y nos presenta unas protagonistas que tienen en común una vulnerabilidad extrema que será aprovechada por Manson para manipularlas. Más de 50 años después de los asesinatos que conmocionaron a Estados Unidos, Squeaky (Lynette Fromme), Blue (Sandra Good), Snake (Dianne Lake) y Gypsy (Catherine Share) rememoran cómo se vivió desde dentro el auge y caída de una de las sectas más conocidas de la historia. Gypsy, era una joven sin familia, hundida en su propia soledad. «El tipo de persona que buscaba pertenecer a algo», según sus propias palabras. Es un sentimiento que comparte con Snake, que ahonda en la búsqueda de «algo que fuera mayor que yo». En el otro extremo conoceremos a Blue, que marca su discurso desde el principio: «Conocer a Charlie me salvó la vida, la salud, el cerebro, estoy agradecida». Y también Squeaky, que quiso rebelarse y buscar al chico malo, e incluso llamar su atención intentando matar al presidente Ford: «Llevo 10 años fuera de la cárcel y no me arrepentí».

El documental narra cómo fueron captadas y se acogieron a una vida aisladas del resto del mundo por decisión propia, aunque siempre aducen al magnetismo que poseía Manson. Todo comenzó en 1967, con cientos de jóvenes que se encontraron fuera de lugar y algunas de ellas acabaron en manos de Manson. Lo describen como un tipo «dinámico, carismático, que transmitía tranquilidad, y que tocaba la guitarra y cantaba». Ellas estuvieron dispuestas a comer de los contenedores y a moverse por el sur de California con vehículos cambiantes y gente que se iba sumando a cada paso del camino. Nunca se consideró un «reclutamiento», porque como confirma una de ellas, «descubríamos el país». En el caso de Snake, como ella misma confiesa, la primera noche ya hizo el amor con Manson: «Fue el momento más mágico de mi vida», lo que confirma que usaba la sexualidad para aumentar la dependencia. Años después la misma mujer sería sodomizada y violada por el propio Charlie. «Así lo hacemos en la cárcel», le dijo.

Fue en la primavera de 1968 que se establecieron en el rancho Spahn, que significó un punto de inflexión, ya que todo lo que tenía que ver con la vida desapareció: libros, electricidad, revistas, televisión, calendarios, y toda la información de mundo exterior llegaba de Manson. Y llegaba distorsionada, argumentando que lo de fuera era el enemigo, que quería matarles y habría que matarles antes. En otoño de 1968 la convivencia se vuelve totalitaria y con la llegada de Leslie van Houten desembocó en crucifixiones bajo los efectos del LSD y renunciando por fin a todo: sus nombres, su dinero, su familia y su identidad. Todo desembocaría en 1969 con los asesinatos de Sharon Tate embarazada, Jay Sebring , Wojciech Frykowski y Abigail Folger, y al día siguiente de Leno y Rosemary LaBianca.

El documental no juzga y reconoce que pedir perdón por los pecados y arrepentirse es un paso. Salvo si no lo haces, como Blue o Squeaky: «Llamarnos malvadas y señalarnos por ser buenas soldados y hacer lo que había que hacer».